El marido de la conselleira de Sanidade, Manuel Bustamante Montalvo, ha vuelto a lograr la plaza de jefe del servicio de cirugía general y aparato digestivo del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), tras registrar la mejor puntuación en una prueba que la Justicia ordenó repetir al apreciar "desviación de poder" y "falta de motivación clamorosa" en la adjudicación del puesto en 2010. Entonces, su esposa, Rocío Mosquera, era gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas) y número dos de la conselleira, Pilar Farjas, a la que sucedió en el cargo.

A finales de enero, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) impuso que se volviese a realizar una de las pruebas de hace cuatro años para dirimir quién lograba el citado ascenso. Consideraba que "no estaba suficientemente motivada" la decisión de promocionar a Bustamante porque ni este ni los otros dos aspirantes habían expuesto sus respectivos proyectos técnicos para dirigir el servicio de cirugía. Al marido de la conselleira se le retiró el ascenso hasta la reedición de la citada prueba.

Este examen comenzó a realizarse de nuevo el jueves y concluyó ayer. Poco después, se publicaron en la intranet del centro hospitalario y en su tablón de anuncios las notas de Bustamante y de Evaristo Varo. El primero logró 94,6 puntos por 88,8 del segundo. La diferencia la marcó, con 5,8 puntos a favor del esposo de Rocío Mosquera, la defensa del proyecto, pues empataron en valoración del currículo y de su dedicación exclusiva. Precisamente el primer punto fue el que motivó que se tumbase la prueba original, pues el TSXG entendía que las calificación otorgada en 2010 se adjudicaron "sin un baremo claro".

El tercer aspirante al puesto, el Miguel Caínzos, renunció a participar en el nuevo examen, a pesar de que fue su denuncia la que provocó el fallo del alto tribunal de la comunidad.

Fuentes del CHUS explicaron a este diario que se nombró un nuevo tribunal, como obligaba la sentencia, diferente al que otorgó la plaza hace cuatro años a Bustamante, que tomará posesión del puesto si en un plazo de quince días no se producen reclamaciones a la decisión del tribunal. En ese caso, habría que esperar a que este se pronunciase. De momento, ha logrado la adjudicación provisional.

La Consellería de Sanidade declinó ayer realizar declaraciones acerca de esta decisión. Cuando se conoció el fallo del TSXG, la oposición reclamó al unísono la dimisión de Mosquera, que recibió el apoyo claro del presidente de la Xunta. Alberto Núñez Feijóo limitó entonces la responsabilidad sobre el proceso de promoción interna a la gerencia del hospital compostelano, negó la existencia de "privilegios" a favor de Bustamante y sostuvo que el procedimiento no afectaba a ningún miembro del gobierno autonómico. Además, dudó de que los miembros del tribunal de 2010 hubiesen actuado "al mandato de alguien". Mosquera, por su parte, negó haber intercedido a favor de su marido y aseguró que su carta de dimisión estaba en la mesa del presidente desde su toma de posesión.

En su fallo, conocido el 29 de enero pasado, el TSXG se declaraba incapaz de "aventurar las razones personales (de los miembros de la comisión técnica) que los llevó a tal conducta para usar la potestad evaluadora para finalidades distintas al mérito y capacidad objetiva". Ante esa situación, reconocía la incapacidad para determinar si su decisión se debía a una "sugerencia externa o de superiores o a otra instancia". Eso sí, resultaba rotunda, pues la sentencia rezaba: "El estigma de apreciar una desviación de poder coloca a cada miembro de la comisión bajo la censura de haber actuado con un designio malicioso preconcebido".