Cuando se sospecha que un niño puede ser de altas capacidades, se activa el protoloco para verificarlo. El pequeño se someterá a varias pruebas -de inteligencia, creatividad, motivación, etc.-, donde no solo es importante el resultado. "Hay que ver el proceso que cada niño realiza hasta llegar a un resultado", indica la directora de la Unidad de Altas Capacidades de la Universidade de Santiago, Carmen Pomar.

Una vez que se detecta que un niño es superdotado o talentoso (solo destaca en una o varias materias), la legislación le ofrece varias alternativas. "Una de las opciones es acelerar curso pero no siempre es lo más recomendable, depende del niño", indica Pomar. "La mayoría opta por mantenerse en el mismo curso porque puede suponer un trauma alejarlos de sus compañeros. Se recomienda cuando los pequeños están muy desmotivados", añade el presidente de la Asociación de Altas Capacidades de Galicia, Manuel Campos. Otra opción es la adaptación curricular -aumentar los contenidos de las materias para el niño superdotado- u optar por un cambio en la metodología y fomentar actividades que beneficien al 100% del alumnado. "Nosotros fomentamos el enriquecimiento, actividades que ayuden a todos", dice Pomar.