Los alumnos del colegio ourensano Ben-Cho-Shey llevaban varios días trabajando sobre el Estado como concepto, su organización y sus figuras. Sabían que venían los Reyes a su colegio y tenían muy clara la teoría. Sus profesores les habían dicho que deberían recibirles con normalidad pero llegada la hora, les pudo que son niños y adiós al protocolo. Primero visitaron una clase de Infantil, donde los niños de 4 años desarrollaban sus habilidades resolviendo puzles y se vieron sorprendidos por la presencia de un grupo de hombres de traje y corbata, mujeres elegantes y un ejército de fotógrafos disparando ráfagas. Ante la cara de sorpresa de los pequeños, el Rey se volvió hacia los gráficos para indicarles, bromeando, que estaban asustando a los niños. "¿A que nunca habías visto tantas cámaras juntas?", les preguntó a los niños. Después se acercó a una mesa y conversó con Alba y Xurxo, mientras la Reina colocaba una pieza en el rompecabezas de Victoria. A continuación, la comitiva se dirigió a un aula de 1º de Primaria, donde los niños les regalaron unas muñecas. Y por último, a la clase de 5º, con la profe de inglés, donde los alumnos mostraron todo su desparpajo. Una niña les pidió un autógrafo y todos quisieron tener el suyo. Ningún niño se quedó sin firma y dedicatoria.