La preocupación por la figura y el exceso de peso provoca que eliminemos muchos alimentos deliciosos y muy sanos. Uno de ellos es el chocolate que, junto con el pan, es de los primeros en caer de nuestro menú cuando nos planteamos que estamos gorditos y tenemos que perder peso. No es así, no renuncies completamente a él y disfruta de su sabor y propiedades nutricionales. Si te apetece, en un momento determinado, lo peor que puedes hacer es sentirte culpable.

El árbol del cacao Theobroma cacao en su nombre ya describe lo que es, el alimento de los dioses si hacemos su traducción del griego. Y así ha sido considerado por muchas civilizaciones. Mayas, aztecas e incas lo consideraban un regalo divino, lo utilizaban como moneda y le atribuían propiedades curativas y revitalizantes.

Se cree que su origen está en las zonas tropicales de América. En la actualidad se cultiva en distintos puntos de la geografía mundial, destacando la calidad y el volumen de producción africana. La industria se encuentra en Europa y América del norte, por lo que tiene que recorrer un largo camino antes de llegar a nuestras manos.

Una vez recolectado, se seleccionan las semillas, se limpian con mecanismos industriales para eliminar todo lo innecesario, se tuesta, tritura y muele hasta obtener una pasta que se trata de manera diferente en función del producto final que queremos obtener (cacao en polvo, chocolate, etc.). Se mezcla con azúcar y los demás componentes que deseemos adicionar (leche, avellanas, almendras, etc.). Este preparado se envasa y se distribuye en los diferentes puntos de venta.

Existen muchas variedades, pero las más comunes son las que se comercializan en forma de bombones o tabletas. Se preparan con chocolate negro (cacao con diferentes porcentajes de pureza), blanco (con menor cantidad de cacao y obtenido a partir de manteca de cacao), con leche (mezcla de los anteriores y el que más suele gustar). A ellos se añade de todo: frutos secos, licor, cremas de menta, dulce de leche, frutas, etc.

Otras opciones son el fondant (utilizado para recubrir pasteles, por ejemplo, o para untar en el bocadillo) y en polvo (para preparar con leche, por ejemplo).

Los expertos inciden en que la mejor opción es consumir el denominado chocolate negro porque no contiene azúcar en exceso ni lactosa o frutos secos que pueden incrementar el potencial calórico del producto. De hecho, algunos estudios señalan que el chocolate negro contiene catequina, una sustancia que disminuye el nivel de cortisol y regulariza la insulina, fundamentales para reducir la cantidad de grasa corporal. Consulta con tu médico.

En su composición destaca el magnesio, imprescindible para el organismo y cuya carencia genera problemas musculares (contracturas, etc.), pérdida de memoria y depresión. Además contiene alcaloides, zinc, ácido fólico, polifenoles, almidón y fibra (en baja proporción). El contenido en grasa de la manteca es alto.

Se considera estimulante por la presencia de alcaloides (cafeína y teobromina), pero se cree que no resulta adictivo. Es antioxidante, cuanto más puro, más efectivo. Sus polifenoles son muy interesantes a nivel del sistema nervioso y del circulatorio. Reduce la tristeza por su contenido en triptófano y porque se considera un regalo agradable.

No se recomienda abusar de su consumo a personas obesas (por su contenido calórico), a quienes padecen problemas hepáticos (porque es ahí donde se metaboliza), a diabéticos (por su elevado contenido en azúcares), a quienes padecen estreñimiento (por la presencia de abundantes taninos) ni a los que sufren migrañas (por las aminas). Pero no podemos señalarlo como culpable del acné.

También se usa externamente ya que, por sus propiedades hidratantes, exfoliantes y reafirmantes, resulta muy interesante en tratamientos de belleza a todos los niveles. Las mascarillas en la cara favorecen la hidratación y son muy adecuadas para pieles secas y evitar la aparición de arrugas.

Comerlo directamente es un placer, pero te proponemos que prepares una fondue de chocolate y frutas (fresas, plátanos, etc.) y combinarás los beneficios de ambos alimentos. Otras opciones serían los bizcochos y pasteles con chocolate (trufas, brownie, coulant, etc.), helados, siropes, etc.