El único arquitecto español que ha recibido el premio Pritzker, galardonado también con la Medalla Nacional de Arquitectura o el Príncipe de Asturias de las Artes en 2012, Rafael Moneo, ingresó ayer como académico de honor en la Real Academia Gallega de Bellas Artes. El plenario de esta entidad decidió concederle este título por unanimidad debido a que "deja huella en cada una de sus creaciones, por combinar la estética con la funcionalidad" y al considerar que "es una figura fundamental para entender la arquitectura contemporánea universal", según explicó ayer el secretario de la Academia, Ángel Luis Hueso, en el acto de ingreso que se celebró en A Coruña.

Moneo, que considera este ingreso como "una recompensa porque significa que mis colegas gallegos me sienten próximo", aseguró antes de pronunciar su discurso de ingreso que la crisis ha influido en la arquitectura. "En el caso de España ha provocado que se recurra a una arquitectura más contenida", indicó mientras se negaba a hablar de la calidad de los edificios construidos hoy en día, tras las polémicas declaraciones de su colega Frank Gehry, quien aseguraba esta semana que "el 98% de las construcciones actuales son pura mierda".

En su discurso de ingreso La noción de conocimiento en la arquitectura, Moneo hizo un repaso por los cambios que la figura del arquitecto ha tenido a lo largo de la historia desde el gótico, "donde la construcción de una catedral era una labor colectiva entre arquitecto, cantero o constructor", pasando por el renacimiento, donde se diferencia claramente "quien idea el edificio de quien lo construye" o la primera parte del siglo XIX, donde los arquitectos debían formarse en ciencias relacionadas con la construcción, pero también la salud pública. Para Moneo, hoy en día, el arquitecto debe tener "una buena educación" y conocer la evolución de esta disciplina, "no olvidar el pasado". El académico numerario Xosé Manuel Casabella dio el discurso de contestación.