La actriz Renée Zellweger sorprendía hace unas semanas al reaparecer ante la prensa con un nuevo rostro y totalmente irreconocible tras pasar por quirófano. Una cirugía estética radical que difícilmente podría haberse realizado en Galicia. Pese a que la legislación actual no pone límites a los retoques estéticos que puede hacerse una persona mayor de edad, cirujanos plásticos gallegos reconocen que si ven que el resultado final va a ser muy drástico o perjudicial para el paciente se niegan a operarlo aunque éste se empeñe. "Los mayores de edad puede decidir lo que quieren hacerse, pero nosotros les orientamos y si creemos que el resultado será horrible, nos negamos a operar", señala el secretario de la Sociedad Gallega de Cirugía Plástica y Estética, José Luis Vila Moriente, quien recuerda: "El objetivo de la cirugía estética es que la gente te vea mejor, más guapo, no que digan 'qué raro está' ni que parezcas otra personas".

Los expertos sostienen que en Galicia prima el sentido común en la cirugía estética tanto por parte de los médicos como de los pacientes, algo que no ocurre en otras zonas. "Si el paciente no tiene límites, ponérselos va a depender de la cultura de donde viva y del cirujano. Hay sitios como Miami o Los Ángeles donde una persona puede pedir que le pongan la cara de un Avatar u operarse cien veces para parecerse a un famoso, por ejemplo, y habrá quien se lo haga", indica Vila Moriente, quien sostiene que en Galicia, "estos pacientes se encontrarían con ciertos escrúpulos por parte del médico".

Eso sí, reconoce que aunque la mayoría de especialistas "velan por la salud y buscan lo mejor para el paciente", todo dependerá del cirujano con el que se operen.

Pero, además, encontrarse un caso como el de Zellweger en Galicia sería complicado porque, según los médicos, los pacientes suelen acudir a consulta para solucionar un problema concreto, "no para intentar cambiar su cara". "Normalmente en Galicia no atendemos a gente que quiere cambios exagerados sino que viene por cosas concretas: no le gusta su nariz, quiere recuperar sus pechos caídos tras el embarazo o gente que quiere recuperar el aspecto que tenía hace unos años, en la foto de su boda por ejemplo", explica Vila Moriente.

Pero siempre hay excepciones y es ahí, donde deben ser los médicos quienes pongan el freno. "Si, por ejemplo, me llega una mujer que quiere hacerse cierto retoque simplemente porque su prima se lo ha hecho, me niego a hacérselo. Esto no es como elegir un vestido que ves en el escaparate, se les orienta porque buscamos lo mejor para ellas", indica Vila Moriente, quien pone otro ejemplo que ha vivido en su propia consulta. "He tenido algún caso de padres que, al llegar la época de las comuniones, vienen con el niño para que le opere las orejas de soplillo. Cuando ves que el niño no tiene mayor problema con sus orejas y que no quiere operarse, nos negamos a hacerlo", indica.

Para evitar sorpresas al salir de quirófano, los médicos advierten de qué operaciones en la cara suponen un cambio más drástico. "El 80% de la expresión del rostro está en la mirada, depende de los ojos. Cuando se opera esta zona, los párpados, el resultado es tan espectacular que sorprende y parece que se ha cambiado gran parte del rostro, que es lo que le ha pasado a Zellweger. Ella tenía unos párpados muy caídos que le hacían tener una ojos como achinados y al operarse ahora se le ven más los ojos", explica Vila Moriente, quien sostiene que "la belleza de un rostro depende de los ojos y la boca". "El segundo cambio que más se nota en la cara sería la nariz, pero es menos espectacular, que si se hace bien la gente verá que tienes algo diferente pero no sabrá que es", añade.

Por todo ello, desde la Sociedad Gallega de Cirugía Plástica se aconseja a los pacientes "reflexionar sobre si realmente vale la pena" y informarse bien de qué cirujano lo va a operar y en qué lugar. "Que tenga el título es fundamental, no sirven unos cursos", sostiene el cirujano gallego Vila Moriente, quien también alerta a los pacientes de que deben saber que estas operaciones tienen una parte compleja de postoperatorio. "Saldrán con deberes que hacer para recuperarse porque irán a casa con vendas, con puntos. Es un largo camino. El resultado merece la pena, pero el proceso no es de alegría", indica.

Una operación en los párpados, bótox y quizás algún retoque en los labios es lo que habría causado el gran cambio en el rostro de Zellweger, según expertos gallegos. Una transformación por la que los médicos gallegos no apuestan, pero que en último caso depende del sentidiño de cirujano y paciente.