El valedor do Pobo, José Julio Fernández, alertó ayer contra el repunte de la violencia machista a través de las nuevas tecnologías, sobre todo entre lo más jóvenes, y cargó en concreto contra el uso de la aplicación WhatsApp para teléfonos móviles. "El WhatsApp se está convirtiendo en un instrumento de la violencia machista, primero psicológica y luego con consecuencias físicas", resaltó durante su intervención en la inauguración de la jornada formativa La incidencia en los menores de la violencia en el entorno familiar, en Santiago.

José Julio Fernández hizo un llamamiento a los responsables de las instituciones a aplicar las normativas en vigor para proteger a los menores, ya que donde no se cumple el imperativo categórico e incluso "ciclópeo" de proteger a los menores no puede llamarse una comunidad social. En las vísperas de la conmemoración el próximo martes del día para la erradicación de la violencia machista señaló que algo se debe estar haciendo mal por parte de las instituciones ya que a pesar de todos los esfuerzos y presupuestos se siguen produciendo agresiones, muertes y ataques a las mujeres y a la igualdad.

Una idea que comparte la presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica del Consejo General del Poder Judicial, María Ángeles Carmona. "Si bien es cierto que todo el mundo rechaza la violencia física y, por supuesto, los asesinatos como algo execrable, hay determinadas conductas que pueden ser señales de alerta, de alarma de poder ser víctimas de una violencia de género más grave, que no se están percibiendo correctamente por la juventud", señaló Carmona, quien explicó que muchas adolescentes españolas ignoran que son víctimas de violencia machista por parte de parejas que les imponen cómo vestir, difunden imágenes suyas sin su consentimiento o tratan de aislarlas de amigos y familia, según revelan encuestas recientes con resultados que califica de "realmente preocupantes". Encuestas que ponen de manifiesto que, pese a las acciones que se desarrollan con ánimo de crear conciencia social respecto a la necesidad de luchar contra ese fenómeno, jóvenes y adolescentes, "quizás, no están percibiendo correctamente lo que es", indicó.

Por su parte, la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, pide que se favorezca la supresión de las visitas y comunicaciones de los imputados por malos tratos con sus hijos "para prevenir posibles riesgos", ya que en su opinión, "el interés superior del menor y el derecho del niño a ser escuchado deben prevalecer en todas las decisiones".