Las imágenes en 3D son uno de los últimos reclamos de los videojuegos y también del cine. Con las fiestas navideñas a la vuelta de la esquina, los ópticos gallegos alertan, sin embargo, de que una exposición excesiva a este tipo de fotogramas coloca al sistema visual en unas condiciones extremas, ya que tiene que hacer un sobresfuerzo para interpretarlas. Visión borrosa, dolores de cabeza y fatiga visual son tres de las consecuencias de una exposición prolongada a las imágenes estereoscópicas, según un estudio de investigadores de la Universidad de Berkeley (California).

"El problema de la convergencia acomodativa se produce porque el ojo del jugador de videoconsolas tiene que ajustar constantemente la distancia de la consola y de su contenido en 3D", explica el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa. El especialista recuerda que aunque estas imágenes en 3D emulan a la realidad, no dejan de ser artificiales. "Están realizadas con hologramas y con filtros polarizantes, por lo que la fatiga visual es mucho mayor que la que provocan los objetos próximos que nos rodean", añade el presidente de los ópticos, que advierte, rotundo: "Vamos a pagar un alto precio si abusamos de este tipo de imágenes".

El riesgo de padecer trastornos de visión derivados de la exposición prolongada a imágenes en 3D es mayor aún en los niños, ya que su sistema visual está aún formándose y no está tan protegido como el de un adulto. Por ello, los ópticos aconsejan el consumo prudente de juegos y películas en 3D, aunque lo desaconsejan en el caso de menores de seis años. "No se trata de prohibir su uso porque es inevitable que los niños jueguen con dispositivos como consolas, tabletas o móviles, sino de promover un uso responsable para minimizar sus efectos negativos", afirma Eiroa.

Los ópticos gallegos llevan tiempo advirtiendo del aumento de casos de fatiga visual y miopía funcional entre los más pequeños debido a la exposición prolongada a la luz led que irradian dispositivos como móviles, videoconsolas y tabletas. Esta luz de onda corta puede provocar incluso apoptosis (muerte) de las células de la retina, según varios estudios científicos. Ahora, a los daños retinianos que puede provocar la luz led hay que sumar las imágenes estereoscópicas, que provocan un mayor estrés y fatiga visual.

"Quien haya visto una película en 3D probablemente habrá acabado con cierto abotargamiento, viendo destellos o con visión borrosa. Esto es porque la visión ha estado expuesta a unas imágenes creadas con una serie de programas polarizantes que hacen que un ojo vea de una manera y al otro de otra para recomponer las imágenes, lo que es un esfuerzo visual y también para el sistema nervisoso enorme. La visión se recupera de esta exposición casual, pero no si esta es usual y prolongada", advierte.

Para evitar posibles complicaciones visuales, los especialistas aconsejan limitar lo máximo posible el uso de estos dispositivos electrónicos para reducir así la exposición a la luz led, hacer descansos de diez minutos cada hora de juego; disponer de una iluminación correcta, preferiblemente indirecta, y alternar este tipo de ocio con actividades al aire libre.

Eiroa explica que el sistema visual humano está diseñado para la visión de lejos y con luz natural, por lo que mirar de cerca y enfocar la vista a un aparato que desprende luz artificial supone un gran esfuerzo. Por ello, cualquier actividad que comporte la fijación de la vista a corta distancia durante un tiempo sostenido aumenta el riesgo de desarrollar trastornos como astenopatía -una fatiga asociada a una actividad visual exigente- y miopía.

"El organismo siempre se adapta al medio. Si estás siempre mirando de cerca, la visión se adapta para ver sin esfuerzo. El problema es que ni en nuestro trabajo ni en nuestro tiempo de ocio alternamos la visión de cerca con la visión a campo abierto. Actividades como el fútbol o el baloncesto, por ejemplo, contribuyen a desarrollar la visión periférica, Esta visión, sin embargo, no se ejecuta cuando estamos delante de la pantalla de la consola o del móvil, donde solo necesitamos la visión central, por lo que no se desarrolla", expone.

El uso prolongado de los dispositivos electrónicos provoca otras molestias y trastornos visuales como visión borrosa, lagrimeo, fotofobia, visión doble, y también otros problemas generales como rigidez corporal, agresividad, aislamiento social, bajo rendimiento escolar e incluso dependencia, como ya ha comenzado a verse en adultos y niños. "El abuso de los videojuegos puede traer muchos problemas e incluso puede hacer a una persona adicta desde muy pequeña. Precisamente por estos problemas, nosotros insistimos en el control. Los videojuegos no son inocuos. Tienen un lado oscuro que puede ser bastante problemático", manifiesta.

Sin embargo, los videojuegos tienen también su lado positivo siempre y cuando su práctica sea "moderada y responsable", ya que pueden mejorar la percepción, la capacidad cognitiva, el tiempo de reacción, la coordinación mano-ojo, la concentración y la agilidad cerebral. "La tecnología también es una herramienta extraordinaria. Hay juegos visuales diseñados para entrenar habilidades que están dando unos resultados muy buenos", explica el óptico. Dado el cambio de hábitos, los ópticos prevén un aumento de casos de trastornos visuales y la aparición temprana de problemas como la presbicia.