Regalamos 500 iPhone que no podemos vender". "Sorteamos tarjetas de Zara de 500 euros". "Comparte esta foto de unos dálmatas que van a sacrificar porque la perrera cierra". "Dale al me gusta a esta foto de este niño enfermo para que se sienta mejor".

Son algunos de los últimos bulos, tonterías varias y timos que pululan por Facebook. ¿Alguien se cree que empresas desconocidas regalen tarjetas de Zara de 500 euros, así, como si nada? ¿O que se sorteen medio millar de iPhone "que no se pueden vender porque la caja está desprecintada o venía sin la película protectora"? ¿O los dálmatas? ¿Alguien se puede tragar que se vayan a sacrificar unos dálmatas con lo que cuestan?

Los bulos y los timos campan a sus anchas por esta red. El sistema siempre es el mismo. En el caso de los sorteos/estafa te piden que le des al me gusta a la página, que compartas la publicación -que casi siempre suele ser una foto- y que les dejes el teléfono o el correo. "Los ganadores serán contactados a través de Facebook y del teléfono", aseguran como gancho.

El objetivo de estas acciones es promocionar su página de Facebook, porque a más likes, más visibilidad tendrá. Pero sobre todo, es hacerse con nuestros correos para mandarnos spam o suscribir nuestros teléfonos a un servicio de SMS premium por el que nos cobrarán un ojo de la cara cada vez que nos manden un mensaje.

Luego están los bulos que juegan con la buena fe y los sentimientos. Como el de los dálmatas, en el que, qué casualidad, siempre hay que llamar a un teléfono de una chica que se llama Mónica. También está el de la foto del niño enfermo; el del perro con ruedas en lugar de patas; el de la niña con la cara deforme; el del texto en contra del hambre? seguido de "Si estás en contra, dale al me gusta, compártelo o pégalo en tu muro".

Llegados a ese momento, pensamos: bueno, por darle al me gusta o compartirlo no pasa nada. Exactamente. No pasa nada, porque no sirve para nada. Lo único que hacemos es ayudar a un caradura a que su página de Facebook sea más popular.

El último de estos bulos o hoax, que también se llaman así, es el de la privacidad de Facebook. Seguro que en los últimos días os ha aparecido un mensaje oficial de esta red social que avisa de que a partir del 1 de enero va cambiar la política de privacidad.

Y como en otras ocasiones en las que Facebook ha tomado una medida similar, ya han aparecido en nuestros muros, como si fuesen setas, mensajes de nuestros amigos en los que se muestran contrarios a esta modificación y reclaman la nulidad de estas medidas. Como si Facebook les fuese a hacer caso. "En el día de hoy, 7 de diciembre de 2014, en respuesta a las nuevas directrices de Facebook, declaro que mis derechos están unidos a todos mis datos personales, dibujos, pinturas, fotografías, textos? publicados en mi perfil"? y bla, bla, bla. Y como siempre, termina con un "cópialo y pégalo en tu muro". Pegar este mensaje en nuestro muro no vale absolutamente para nada.

Y es que los usuarios de las redes sociales solemos compartir informaciones sin ni siquiera verificarlas. A veces ni las leemos. Tendemos a creer que algo es cierto porque mucha gente lo pone en su muro. Y no siempre es así. Hay que cotejar las fuentes y evitar distribuir historias de las que no nos fiemos. Solo estamos a un clic de compartir algo que puede ser mentira, pero también a un solo clic de comprobarlo, por ejemplo, en Google. Solo hay que elegir en qué bando queremos estar.