Vestir de gala la mesa y que el comedor familiar nada tenga que envidiar durante las Navidades al de un banquete de etiqueta es posible si se siguen unas sencillas pautas. Las reglas de protocolo obligarían a tratar las cenas de Nochebuena y Nochevieja como una "comida formal", pero expertos gallegos reconocen que al tratarse de fiestas "muy familiares", se abre la mano y se puede conseguir una velada glamourosa sin seguir las normas a rajatabla. Eso sí para ser un perfecto anfitrión hay que cuidar cada detalle desde el color del mantel, el tipo de copas o la colocación de los cubiertos hasta la ubicación de los invitados o el traje que se lucirá para disfrutar de la cena.

E''' ''''Vestir' la mesa. "El protocolo para comidas formales, por ejemplo banquetes oficiales, obliga a que el mantel sea blanco. Sin embargo otra regla del protocolo es que el mantel debe armonizar con el objetivo del evento o reunión y por ello, en Navidad ya que tenemos el resto de la casa decorada, podemos saltarnos la norma del mantel blanco impoluto", señala la directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Galicia, Pilar Muiños, quien sostiene que para las cenas y comidas navideñas se puede optar por "tonos rojos, dorados o algún verde". Al mantel debe añadírsele un muletón por debajo ya que "además de proteger la mesa, permite amortiguar los ruidos". El material de la mantelería también es clave para una cena de diez. "Tiene que ser de tejidos naturales y las servilletas, al tratar estas cenas como comidas formales, deben ser del tamaño más grande, es decir, 60 x60", indica Muiños.

EAcertar con la vajilla, la cristalería y la cubertería. La regla principal para no errar con el menaje es que vaya acorde al mantel que se ha elegido. "Son cenas especiales y la idea es vestir la mesa de gala, pero cada uno dentro de su capacidad adquisitiva. Cada familia debe hacer que esa noche sea especial, pero con lo que tienen en su casa", señala Pilar Muiños, quien recuerda que sobre la mesa "solo hay que poner aquellos utensilios que se van a utilizar". "No consiste en sacar toda la vajilla ni la cubertería. Si hay dos platos se pondrán dos cuchillos y dos tenedores, uno para cada uno; si solo hay un plato, pues solo dos cubiertos. La colocación es la habitual, que está pensada para diestros: cuchillos y cuchara a la derecha del plato y tenedores a la izquierda", señala esta experta en protocolo, quien da las claves para reconocer cada cubierto en el caso de encontrarnos con varios al lado del plato: "Si hay dudas, el orden correcto es desde fuera hacia dentro. El cuchillo y el tenedor que estén más al exterior serán para el primer plato, los segundos para el siguiente, etc. Cada cubierto para un plato y se recogen al finalizar de comer ese plato". Y en cuanto a las copas hay que tener en cuenta para qué bebida serán. "Si son para vino deben ser transparentes y sin ningún tipo de talla ya que una de las fases para catar el vino es la visual y se precisa ver bien el líquido", indica Pilar Muiños, quien aclara que los vasos o copas de agua "sí podrían ser de color".

ECuando hay niños. Si los pequeños comen con los adultos -hay algunos que por su edad cenarán antes ante la incompatibilidad de horarios-, la vajilla y cristalería se puede adaptar a ellos. De este modo, las normas de protocolo permiten hacer el típico cambio de copa por vaso para los más pequeños de la casa. "Sí, cuando hay niños la vajilla se puede adaptar a ellos. Ponerles un vaso en lugar de copa y además como son para agua o refrescos pueden ser de colores", sostiene la directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Galicia, con sede en A Coruña.

EDecorar la mesa. Para conseguir una atmósfera más cálida y elegante conviene añadir alguna decoración a la mesa, relacionada con las fiestas navideñas. Un buena opción son los centros de mesa, pero eso sí, nada de elementos artificiales. "Se puede poner un centro natural de flores o frutos secos sobre la mesa, todo muy relacionado con la Navidad", indica Pilar Muiños, quien también aconseja velas, aunque estas tienen sus particulares reglas. "Solo pueden ser velas que no desprendan olor ya que ni las velas ni las flores deben disfrazar, enmascarar el olor de la comida y por tanto afectar en su sabor. Si se ponen velas siempre deben estar encendidas y solo es un elemento decorativo apropiado para cenas. De día, en la comida de Navidad, por ejemplo, no deben ponerse velas", añade esta experta en protocolo, quien añade otro consejo, útil para cualquier elemento decorativo. "No deben estropear nunca la visibilidad de los comensales, no se puede colocar una vela de forma que no vea al de delante", indica Muiños.

EElegir el 'look'. "Estas fiestas son fechas especiales y por ello, casi todo el mundo se arregla más, pero hay que vestirse acorde al tipo de cena a la que se acudirá", indica Pilar Muiños, quien añade: "No es lo mismo ir a cenar a un restaurante, donde los hombres deberán ir de traje oscuro y ellas de fiesta que una cena familiar, donde la anfitriona puede optar por prendas con terciopelo o brillantes, pero no resulta apropiado que luzca un vestido largo para tener que entrar y salir de la cocina". "Eso sí, tampoco es apropiado que la anfitriona se siente con el mandil en la mesa", añade.

EDistribución de los invitados. Los anfitriones son los encargados de establecer el orden en el que se sientan sus invitados. "Cada uno sabe qué tipo de invitados tiene y qué quiere conseguir. No es lo mismo una cena muy familiar, donde cada uno ya casi tiene su sitio establecido de siempre, que una con 20 invitados, donde pueden venir amigos que igual no tienen más relación que con los anfitriones y a los que no conviene dejar en la otra punta de la mesa, por ejemplo", señala esta experta en protocolo. "En cuanto a los anfitriones, al menos uno de ellos debe estar o en una de las cabeceras de la mesa o en la parte central. Hay que ver qué es lo más operativo. Si ellos son quienes servirán a los invitados, estarán en una zona donde puedan entrar y salir con facilidad y sin estorbar al resto de invitados", resalta.

EEmpezar a comer. La clásica dinámica que se repite en muchos hogares en donde el anfitrión se pasa más tiempo en la cocina que disfrutando de la cena con sus invitados incumple totalmente las normas de protocolo. "Si hay servicio o se contrata para ese día, el último al que se sirve es al anfitrión y este es el que marca los tiempos. Hasta que el anfitrión no esté sentado y empiece a comer, los invitados no pueden comenzar", señala Muiños, quien para esas fechas recomienda "optar por comidas que no obliguen a estar continuamente en la cocina". Sencillos consejos para ser el mejor anfitrión.