El deán de la catedral de Santiago, Segundo Pérez, manifestó ayer su "pena" por que el exelectricista José Manuel Fernández Castiñeiras haya sido condenado a diez años de prisión por el robo del Códice y blanqueo de capitales, y aseguró que le hubiese gustado que "no hubiese pasado" lo acontecido. Por su parte, el administrador del templo, Francisco Domínguez, explicó que no resulta "desencaminado" adelantar que la indemnización asignada a la catedral se destinará a las "necesidades de conservación" del edificio eclesiástico.

La Audiencia Provincial de A Coruña condenó al exelectricista a diez años de prisión por hurto, robo continuado y blanqueo de capitales por la sustracción del Códice Calixtino. Además, el acusado tendrá que indemnizar con 2.447.590,68 euros a la catedral, el dinero que la sala considera que le fue sustraído por parte de Castiñeiras. Parte de este dinero, casi 1.700.000 euros, ya habían sido entregados a la catedral por la Audiencia, al tratarse de dinero intervenido al ahora condenado.

Un día después de conocerse el fallo judicial, el deán comentó que él trabajó con presos y por ello le hubiese gustado que Castiñeiras "no tuviera que ir a la cárcel", porque las personas "quedan muy tocadas" y se "desestructuran" las familias. Segundo Pérez también lamentó la "especie de mofa, humillante" que se ha hecho en torno a este caso, al tiempo que consideró que el robo "afeó a todos", desde la catedral hasta la propia ciudad de Santiago, y que la "imagen" de la institución compostelana "se deterioró", pero de que ello se aprende y que ahora se presentan unas cuentas y una gestión "transparente, clara y modélica".

Por su parte, el administrador de la catedral de Santiago enfatizó que "lo más relevante", una vez hecho el juicio, es haber "conseguido renacer en el concepto de nueva administración", y resaltó el "rigor profesional y transparencia" que se ha instalado en la institución.

De hecho, sacó pecho de la contabilidad del año 2014, cuentas que se darán a conocer en próximas fechas, y dijo que es "totalmente imposible" que volviese a ocurrir la sustracción de dinero como la ocurrida en la época del exelectricista.