-Varios estudios muestran la presencia de estereotipos sexistas entre los jóvenes actuales, ¿perviven desde hace tiempo o hay un retroceso respecto a generaciones anteriores?

-Los datos que arrojan los últimos informes revelan que es necesario actuar contra estereotipos sexistas que creíamos superados, erradicados. Está claro que hace años que se trabaja en igualdad y que se han logrado normalizar ciertas situaciones como el acceso a la educación superior. Hoy en día, la mayoría de los alumnos de las universidades son mujeres. Pero sí, en los últimos años vemos que regresan formas de actuación, estereotipos sexistas que creíamos que estaban focalizadas en gente más mayor y que se ven en jóvenes. Por ello, tanto el Ministerio como la Xunta lanzaremos campañas centradas en derribar estos estereotipos.

-¿A qué se debe este cambio? ¿Qué ha fallado?

-Desde la publicidad que cosifica a las mujeres a series o películas que cuentan con una gran promoción están lanzando mensajes negativos que confunden y despistan a los jóvenes. Programas en los que se transmite la idea de que voy a una isla desnudo y tengo éxito o en los que se critica a una mujer por tener unos kilos de más trasladan un mensaje dañino a la juventud. Pero no podemos echar la culpa solo a esto, los jóvenes deben estar formados en igualdad para no comprar estos mensajes que influyen. Son como la lluvia fina que tenemos en Galicia, parece que no moja, pero sí. Esto igual, parece que no afecta, pero sí influye en los jóvenes.

-¿Se mantiene el sexismo en otras áreas del día a día?

-Sí, desde los catálogos de juguetes, donde se siguen separando los artículos de niños y niñas por colores, hasta los videojuegos que suelen ser muy sexistas o las letras de canciones que escuchan los jóvenes como el reaggeton. La Xunta puso en marcha un proyecto que consistía en una obra de teatro que invitaba a reflexionar a los alumnos de instituto sobre las letras de ciertas canciones y se daban cuenta de que eran letras súper machistas y que nunca se habían fijado, no eran conscientes de lo que estaban bailando.

-Otra conclusión que arrojan los estudios es que no consideran el control de la pareja como una forma de maltrato...

-Efectivamente, hay que trabajar e interactuar con los adolescentes porque no se dan cuenta de que ciertas conductas rayan la violencia de género, no son conscientes. Hay chicas que consideran que el hecho de que su novio controle cómo viste o la última hora a la que se conectó al WhatsApp es porque le quiere y no es así, es una forma de control. De igual forma, muchos chicos no son conscientes de que con esta actitud de control sobrepasan los límites con su pareja.

-¿Falta concienciación?

-Reciben mensajes negativos constantemente y se ven arrastrados y confundidos. Tan importante es trabajar desde las aulas, educándolos en igualdad como en las familias, que dejen muy claro qué limites no se pueden saltar. Creo que hay que trabajar más en la línea de interactuar con ellos, que se den cuenta de la situación y no tanto con la idea de resaltar lo que está mal.

-¿Qué medidas ha tomado la Xunta para derribar estos estereotipos entre los jóvenes?

-Hemos lanzado una campaña para alertar de los riesgos de practicar sexting. Además, trabajamos también con las familias. Tenemos unas jornadas dirigidas a padres y madres en las que les informamos sobre diferentes aspectos como por ejemplo, el sexismo en los videojuegos o hacemos campañas informativas por los ayuntamientos sobre el ciberacoso que es un claro exponente de que falla la igualdad.