El Sindicato de Estudiantes cifra en unos 2.000 los manifestantes que han salido a la calle este mediodía en A Coruña para protestar dentro de la huelga de 48 horas contra los grados de 3 años y en defensa de la Universidad pública, de la que hoy se vive la segunda y última jornada. La Policía Local de A Coruña reduce la participación a unas 500 personas.

Los manifestantes han recorrido el trayecto desde la plaza de A Palloza hasta el Obelisco con pancartas en las que proclamaban su oposición a la nueva estructura de grados universitarios y sus reivindicaciones de una enseñanza pública y de calidad que garantice el "futuro" de los estudiantes.

La organización califica de "éxito, masiva e histórica" la huelga de 48 horas iniciada ayer en las aulas de institutos y universidades contra los grados de 3 años y en defensa de la universidad pública, mientras que el Ministerio de Educación señaló que el seguimiento fue minoritario. "Miles de institutos y cientos de facultades han estado completamente vacíos como ejemplo del rechazo del conjunto de los estudiantes a los planes de Educación y del Gobierno del PP", afirmó la secretaria general del sindicato, Ana García. En el caso de Galicia, la organización cifró el seguimiento en un 80% en la enseñanza media y de un 70% en la universidad. La Xunta no ofreció datos ya que solo informa del seguimiento de huelgas de profesores.

En la comunidad gallega, según el Sindicato de Estudiantes, el seguimiento de la huelga fue "sobre todo en A Coruña", y la organización valora que se trata de un "preparativo clarísimo para el día de mañana (por hoy)" y "una demostración de fuerza" como preámbulo a las protestas que se celebrarán en todas las ciudades de Galicia.

Desde el Ministerio de Educación, la visión es totalmente diferente. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, aseguraba ayer que el apoyo a la huelga había sido "minoritario" y explicó que se debía, entre otras razones, a que las que sustentan la convocatoria "están alejadas de la realidad". Gomendio resaltó que las políticas educativas del Ministerio, tanto en el ámbito universitario como no universitario, van encaminadas a la mejora de la calidad del sistema, rechazando así los motivos esgrimidos por el Sindicato de Estudiantes respecto a que perjudican a la escuela pública.

El decreto que desde Educación prefieren llamar "4-1" no implica ni que los grados de tres años ofrezcan una menor formación que los de cuatro, ni que haya que estudiar un máster obligatoriamente, ni que éste tenga que ser de dos años, señaló el lunes la propia Gomendio.

A las puertas del Ministerio, la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Ana García insistió en pedir la dimisión del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y de Gomendio, a los que calificó de "fanáticos de la privatización". El decreto 3+2 supondrá la completa elitización de la universidad pública y expulsará a los hijos de los trabajadores de los estudios superiores", según García, que comentó que el hecho de que las universidades puedan ofertar grados de tres años obligará a estudiar después másteres de dos años, cuyos precios no podrán pagar la mayoría de las familias. Similar opinión expresó el secretario general de la Enseñanza de CCOO, Francisco García, quien critica que el nuevo decreto sobre la duración de los grados se haya realizado "sin consenso" y adelantó que se está preparando una "movilización general universitaria" contra la nueva normativa que hará que la universidad pierda 1.000 millones, que hay que sumar a los 1.500 millones que el Gobierno "ha recortado" en cuatro años.

La polémica de la jornada llegó cuando el Ministerio aseguraba que el Sindicato había desconvocado las protestas de hoy, algo que negaron los organizadores.