Las denuncias presentadas por el personal sanitario por agresiones de pacientes o acompañantes se redujeron en Galicia desde 2010 -pasaron de nueve en ese año a cuatro en 2014-, aunque la Organización Médica Colegial afirma que todavía hay mucho recorrido hasta que esta "lacra" desaparezca del área de la salud.

Galicia se sitúa entre las comunidades con menos agresiones a médicos denunciadas, con un total de cuatro en 2014, de las 344 contabilizadas en toda España. El grueso de las agresiones en Galicia se concentra en la provincia de Ourense, ya que de estas cuatro denuncias, tres se tramitaron en esa provincia lo que supone el 75%. La otra agresión se produjo en Pontevedra. Discrepancias con el tratamiento, no conseguir una receta determinada, esperas excesivas o cuestiones personales son las principales causas de las agresiones a facultativos gallegos.

En el conjunto de los últimos cinco años se formalizaron 40 denuncias por violencia contra facultativos en toda Galicia, de las que más de la mitad, 23, fueron cursadas por profesionales sanitarios ourensanos. El total en toda España en este lustro, las demandas ascienden a 2.058.

Aunque la evolución desde 2010 constata una disminución en la incidencia, los profesionales médicos creen que se trata de una "noticia triste" porque "no toda la violencia que se ejerce se ve reflejada en estos datos".