Galicia se estrenó ayer en la polémica reválida que la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) contempla para los alumnos de 3º de Primaria con "plena normalidad en los centros", según la Xunta, que reconocía eso sí que una quinta parte de los estudiantes llamados a hacer las pruebas -22.000 entre hoy y mañana- no se presentaron al examen. Después de que las asociaciones de padres pidieran a las familias que no enviasen a sus hijos a realizar la prueba en señal de protesta, Educación señalaba ayer que un 20% del alumnado que tenía que someterse a la prueba no acudió al colegio. "Es un porcentaje pequeño", señalaba el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, mientras que desde las APA gallegas aumentaban el absentismo al 60% del estudiantado y la Plataforma en Defensa do Ensino Público calcula que un 40% de los alumnos se negarán entre ayer y hoy a realizar las pruebas.

Román Rodríguez señaló ayer que, según datos provisionales, en un "95%" de los centros se celebró la primera jornada de la prueba con "total normalidad". "Un 80% de los alumnos han realizado la evaluación de competencias en 3º de Primaria", añadió y resaltó que eran las cifras que aportó "inspección educativa". "Son los datos reales y no los datos que le gustaría tener a algunos", señaló en alusión a los grupos de la oposición. Desde la Federación de APAs de colegios públicos de A Coruña, su presidenta, Helena Gómez, reconoció ayer que la asistencia a la prueba fue desigual en función de las zonas. "Hubo más ausencia de alumnado en la comarca de A Coruña, en Oleiros o Sada, que en la propia ciudad. En un centro de Oleiros faltaron hasta 50 alumnos", resaltaba en declaraciones a la Cadena SER.

Desde los grupos de la oposición rechazaron ayer en el Parlamento esta reválida al considerar que "está pensada para expulsar del sistema a los menos capacitados y a los menos favorecidos". El diputado del BNG Cosme Pombo definió las reválidas como "aberración pedagógica" y un regreso a las "reválidas del franquismo" que "pretende uniformar a todos". Desde AGE, Ramón Vázquez recordó que la "evaluación" de los pequeños la hacen "a diario los docentes e informan puntuales a los padres". Por su parte, desde la Xunta, Román Rodríguez reiteró que la prueba no es negativa. "El hecho de no hacerla va a perjudicar a quienes no la hagan y muy especialmente a aquellos niños que tienen dificultades de aprendizaje", señaló Rodríguez, quien añadió: "Esto no es ninguna reválida, no intenten confundir a los ciudadanos".

Por la mañana, varias decenas de padres, profesores y alumnos participaron en una protesta que convocó la Plataforma en Defenda do Ensino Público en Santiago para mostrar su rechazo a la reválida. "Es una prueba aberrante desde el punto de vista pedagógico e innecesaria que deslegitima la función docente", explicaba el responsable de CIG Ensino, Anxo Louzao, que participó en la manifestación. "El rechazo de docentes y familias a la Lomce evidencia que su aplicació ha sido un fracaso. Si el gallego fuese un Gobierno con un mínimo de responsabilidad habría aplazado su aplicación", señaló el portavoz de CIG-Ensino.