Un juzgado de Sevilla ha condenado a un cirujano plástico y a la aseguradora AMA a pagar 583.103,89 euros a una mujer a la que implantó en 2003 una prótesis mamaria que el médico fisuró y cuya silicona se expandió a varios órganos del cuerpo hasta dejarla con una invalidez absoluta.

La sentencia afirma que la mujer, que tiene 47 años y tres hijos, está pendiente de un trasplante de hígado, riñón e intestino y no puede trabajar desde 2013. "Con su nuevo estado de salud, el cambio en su vida a todos los niveles ha sido drástico", afirma la sentencia respecto a la mujer, que debe someterse a diálisis y que "está impedida prácticamente para todas las ocupaciones habituales".