Hace algo menos de un año, la pontesa Olalla Sueiro descubrió a través de las redes sociales un proyecto solidario que busca iluminar los días más grises arrancando sonrisas con puntadas llenas de color. Se trata de Kimo-Kap, una red de voluntariado que promueve la donación de gorritos-bandanas para los niños que perdieron el pelo a causa de los tratamientos oncológicos o, como ella misma explica, "para que nuestros pelones -como llaman cariñosamente a los pequeños- puedan llevar algo en la cabeza que les dé fuerza".

Olalla es, desde el pasado mes de febrero, la coordinadora de la delegación en Galicia. En total, hay más de una treintena repartidas por toda España. El objetivo es siempre el mismo: llegar a todos los niños ingresados en los hospitales. "El proyecto echa a andar en la primavera de 2014 a través de una voluntaria del Hospital La Paz de Madrid que se dio cuenta de que los niños que recibían tratamiento oncológico iban con gorritos de lana en verano y no tenían muchas más alternativas, o las que había eran carísimas. Así que decidió apostar por ofrecerles algo más fresco y divertido", explica la delegada de Kimo-Kap en Galicia, quien asegura que hay "un montón de maneras" de colaborar en el proyecto. "Algunas personas nos envían los gorritos-bandanas ya hechos; otras, las que no saben coser, donan telas o hilos; las que no cuentan con suficientes recursos para comprar el material, colaboran cosiendo; e incluso hay quien nos manda la tela con el patrón ya cortado para acelerar el proceso. Lo único que no aceptamos son donaciones económicas", destaca Olalla.

Los gorritos tienen que tener dos características comunes: han de ser reversibles, para que los pequeños puedan disponer de dos modelos en uno; y estar elaborados en tejido 100% algodón, para evitar las alergias. "Para confeccionar los gorritos siempre utilizamos el mismo patrón, y hay tres tallas diferentes dependiendo de la edad", explica la delegada de Kimo-Kap en Galicia, quien recuerda que los diseños están colgados en internet -al igual que los tutoriales- para que las personas interesadas en colaborar los puedan imprimir y trabajar sobre ellos. "Lo demás depende de las donaciones de telas, ya que no se confeccionan por encargo expreso de los niños, aunque siempre hay alguna excepción, como el que elaboramos de la princesa de Frozen a petición de la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia (Asanog), que nos lo pidió así para una pequeña que estaba empezando con el tratamiento y que necesitaba un pequeño empuje, ya que estaba un pelín desanimada", añade Olalla.

La delegada de Kimo-Kap en Galicia asegura que el proyecto está teniendo una acogida "muy buena" en la comunidad, donde cuenta ya con medio centenar de colaboradores. "Al principio siempre cuesta un poco más concienciar a la gente, pero en este caso, quizás por hablar de niños, está habiendo muy buena disposición", explica la joven pontesa, quien reconoce que el principal medio para dar a conocer la iniciativa están siendo las redes sociales, "y principalmente Facebook". "También tratamos de organizar talleres para enganchar a más personas a nuestra cadena solidaria. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, celebramos uno en el Centro Hípico Los Porches de Arteixo, que funcionó bastante bien, y en breve haremos otro en As Pontes", señala.

Kimo-Kap cuenta, también, con el apoyo de la tienda coruñesa TíaCris (C/Comandante Barja, 2), que vende unos broches por el módico precio de 2 euros, que se destinan íntegramente a comprar telas para elaborar los gorritos; y con la colaboración de Ganga, que hasta el próximo día 30, donará con el mismo fin 0,10 euros por cada descarga, gratuita, de su aplicación.