Esta fruta "exótica" y tropical aporta muchas vitaminas imprescindibles para nuestra salud. La globalización ha permitido que llegue a nuestros mercados sin mayor problema y sin que el coste sea demasiado elevado, aunque siempre será mayor que el de otras frutas con mayor demanda comercial.

Puedes utilizarla como sustituta de los cítricos por su contenido en vitamina C, ya que es muy alto. Además, se presta a todo. No tienes que reducir su consumo a la forma natural (aunque deliciosa). Puedes usarla en postres, mermeladas, ensaladas, con queso, carnes y pescados, etc. Pruébala, te sorprenderá.

El mango es el fruto del árbol Manglifera indica, que pertenece a la familia de las anacardiáceas (como los anacardos) de hoja perenne y que puede medir hasta 20 metros de altura. Procede de Asia y se ha adaptado a diferentes zonas, siendo cultivados en el sur de España. En el pasado se consideraba símbolo de fertilidad y amor y sus hojas se utilizaban en las bodas para que dieran suerte a los novios.

El tamaño del fruto es variable, siendo lo más frecuente encontrar en el mercado los de un peso de 300-400 gramos. La piel no se debe comer y tiene un hueso único que también se tiene que desechar. Existen muchas variedades, siendo el más apreciado el procedente de la India, aunque las especies salvajes han sido modificadas por adaptación y son numerosas las que se venden en España.

Elígelo bien. Los que se han recogido en el punto justo de sazón son los más ricos y conservan todas sus propiedades nutricionales. Escoge los que no resulten blandos o muy duros a la palpación y con un olor agradable, no demasiado dulzón porque podría estar pocho. Si presenta manchas negras, piel arrugada u olor desagradable, no lo cojas porque puede estar malo. Consérvalo en nevera a temperatura no muy baja y consúmelo cuanto antes.

En su composición química podemos señalar que contiene agua, fibra, enzimas, (potasio, hierro, magnesio y fósforo), vitaminas (grupo B, C y E), betacarotenos (provitamina A, fundamentalmente) y fibra. Contiene pocos hidratos de carbono, grasas y proteínas y 100 gramos aportan unas 70 calorías. No contiene sodio, lo que lo hace muy indicado para dietas con restricción de este elemento.

Sus propiedades se deben a sus componentes, pudiendo destacar:

-Muy buen antioxidante por su contenido en vitamina C y E, que lo capacitan para neutralizar los radicales libres y aumentar las defensas.

-Los betacarotenos (precursores de la vitamina A) son muy eficaces para el cuidado de la visión, las mucosas y la piel.

-Su contenido en triptófano, magnesio y vitaminas del grupo B favorece la relajación y el estado de ánimo positivo.

-Las enzimas que contiene su pulpa son muy adecuadas para reducir el malestar intestinal, mejorar la digestión, tratar los gases y la diarrea, etc.

-Su riqueza en fibra mejora el tránsito intestinal y reduce los problemas de estreñimiento. Su efecto laxante y saciante favorece la pérdida de peso.

-El potasio previene la retención de líquidos y mejora el ritmo cardíaco.

Se recomienda para tratar y prevenir el estreñimiento, rejuvenecer el pelo y la piel, mejorar el estado de ánimo, reducir el insomnio, prevenir la caída del cabello y reducir la aparición de calambres y debilidad muscular.

Prepáralo como quieras:

-Puedes consumirlo al natural, pelándolo cuidadosamente sin manchar la ropa al hacerlo. Córtalo como más te guste (en dados, rodajas, etc.) y cómelo inmediatamente. Puedes añadirle zumo de limón o de naranja para incrementar el contenido de vitamina C.

-Otra opción es añadirlo a las ensaladas (solo o con otras frutas). Te proponemos que incluyas: lechuga, tomate, zanahoria, mango, queso y nueces. Alíñala con sal, orégano y aceite de oliva virgen. Es un plato perfecto y nutricionalmente equilibrado.

-Prepara un licuado. Puedes hacer solo o con piña, naranja, fresas, etc. En realidad con cualquier fruta que te guste y te apetezca. Recomendamos que hagas una cantidad pequeña para probarlo y, si te gusta, prepares más.

-Combina bien en el gazpacho (en lugar de la sandía o junto con ella) y como guarnición de carnes y pescados cocidos o a la plancha (cortado en gajos y al natural).

Se han descrito casos de personas que han sufrido dermatitis de contacto debido a la resina que contiene la piel y que presenta propiedades irritantes por lo que te recomendamos que tengas cuidado al pelarlo, sobre todo si está verde. Además, por su contenido en potasio, no se recomienda su consumo a enfermos renales. Consulta con tu médico si estás en este grupo.