El tradicional espectáculo pirotécnico previo al día grande de las fiestas en honor a Santiago Apóstol se celebró anoche en la Praza do Obradoiro de un modo singular. Por primera vez en su historia, las tradicionales luces y colores no se limitaron a la fachada de la catedral, que compartió su protagonismo con los demás monumentos que la acompañan en la plaza.

Las fachadas de los distintos edificios de la plaza sirvieron de base para la proyección de imágenes, acompañadas de sonido, sumergiendo a los cientos de espectadores en una realidad virtual que, de modo panorámico, transportó la imaginación hacia los momentos y lugares más relevantes de la capital gallega. El envolvente espectáculo consiguió hacer olvidar los andamios que todavía tapan parte de la cara de la basílica compostelana.