En cualquier foro especializado en el que se aborde el tema de la hospitalización a domicilio en España el ejemplo de Galicia sale a relucir porque es una de las comunidades que más ha apostado por un modelo que permite al enfermo recibir en su vivienda cuidados y tratamientos de la misma intensidad y complejidad que si estuviera en un hospital, siempre que su enfermedad lo permita y que haya un cuidador que se haga responsable. De hecho, Galicia es una de las cuatro comunidades del Estado en donde más hospitales públicos han implantado este modelo, solo por detrás de La Rioja, Comunidad Valenciana y País Vasco.

Así consta en el primer estudio publicado sobre el tema en la revista Galicia Clínica, cuyos autores, de la unidad de hospitalización a domicilio del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), resaltan los beneficios de mantener a los pacientes en su hogar al tiempo que se les garantiza una asistencia clínica proporcionada por personal hospitalario. Para empezar, afirman, es bueno para el principal protagonista, el enfermo, ya que se reduce su estrés y el de su familia y permite "disminuir la incidencia de complicaciones", como pueden ser las infecciones hospitalarias. Los pacientes lo confirman, ya que hay estudios, añaden, que permiten constatar que su índice de satisfacción es "muy elevado".

Pero en un contexto en el que la Consellería de Sanidade suprime camas en los hospitales -casi 1.300 en los últimos seis años- y considera que una de sus debilidades en el área sanitaria es el "alto y creciente gasto corriente por cama en funcionamiento en los establecimientos sanitarios en régimen de internado", apostar por un modelo que permite aliviar los ingresos hospitalarios también permite que salga ganando el propio sistema sanitario. De este modo lo apuntan los autores, quienes aseguran que de ese modo se puede "liberar y aumentar la rotación de camas físicas en un sistema de por sí fácilmente colapsable".

Además, al fomentar la derivación directa a este servicio desde Atención Primaria, evitando pasar por urgencias, se consigue un "mayor confort" para el paciente (muchos de ellos con cuidados paliativos oncológicos, pero también infecciones) y su familia y se contribuye a la "descongestión" del hospital.

Solo el año pasado se produjeron más de 5.700 ingresos en alguna de las once unidades de hospitalización a domicilio (HADO) públicas de Galicia, un 5% más que en 2013, año que toman como referencia los autores del estudio (que obvia la unidad de Burela por su reciente creación) para destacar el trabajo de un equipo de 38 médicos y 51 enfermeras, además de los profesionales del 061, que velan por los pacientes cuando los equipos no están de servicio.

Esa, la cobertura horaria, es una de las "principales dificultades" del sistema, según el estudio, que apunta también que la cobertura geográfica no es universal. Así, pese a que el sistema esté muy extendido en Galicia, no se logra dar asistencia a toda la población. Las "privilegiadas", apunta el informe, son las áreas que rodean a los hospitales. Las zonas más distantes no están cubiertas, por lo que "no se cumple el principio de equidad" en el acceso a esta opción.

El Sergas es consciente de ello y en su estrategia contempla "potenciar los cuidados domiciliarios de forma equitativa". Para ello, no solo pretende "reforzar" el papel de las unidades de hospitalización a domicilio de forma gradual, ampliando "los radios de acción" de este servicio, sino que ha apostado por las posibilidades que abren las nuevas tecnologías y trabaja para desarrollar sistemas de telemedicina y de monitorización telemática de los pacientes con programas como Hospital na casa.

Aunque el informe asegura que los ingresos a domicilio obtienen, "como mínimo, similares resultados clínicos" a la hospitalización tradicional, parece que los pacientes que están en casa se toman su recuperación con más calma, porque la estancia media en las unidades HADO gallegas en 2013 (excluida la de Santiago) fue de 14,35 días, el doble que en un centro hospitalario.