El gran telescopio europeo Gaia fue lanzado al espacio a finales de 2013 con el objetivo de rastrear la Vía Láctea y elaborar un mapa tridimensional sin precedentes con más de 1.000 millones de astros. Las imágenes captadas son analizadas desde entonces por investigadores de varios países, entre ellos, el astrofísico gallego Manuel Torres, que ha participado en uno de los más recientes hallazgos del ambicioso proyecto: un sistema binario único en el que por primera vez se puede ver cómo una estrella eclipsa completamente a la otra y que podría permitir a los científicos a detectar las ondulaciones espacio-tiempo descritas por Einstein. A este prometedor descubrimiento de Gaia14aae, liderado por la Universidad de Cambridge, también han contribuido astrónomos aficionados.

Dos estrellas sin hidrógeno

"Es uno de los pocos casos conocidos en los que dos estrellas carecen de hidrógeno, una evidencia de que han vivido lo suficiente para consumirlo, y una dona gas a la otra. En ocasiones, el gas que ingiere la receptora se calienta a tales temperaturas que todo el sistema se hace muy brillante repentinamente y esto fue lo que permitió que el Gaia lo detectase y los aficionados lo pudiesen observar y colaborar", destaca Torres, astrónomo adscrito al Instituto Holandés para la Investigación Espacial (SRON).

El experto gallego realizó observaciones en el Gran Telescopio de Canarias para obtener datos desde tierra y participó en la interpretación de los resultados que aparecen publicados en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society.

Las dos estrellas orbitan a grandes velocidades, cientos de kilómetros por segundo, y su orientación respecto a la Tierra permite observar "cada 49 minutos" cómo una oculta completamente a la otra, "el corazón brillante del sistema".

Torres las compara con Mercurio, el planeta más rápido, que tarda en completar su recorrido alrededor del Sol un total de 88 jornadas.

El estudio de estos eclipses permitirá saber si ambas estrellas se van separando como adelantan algunas teorías, pero además arrojará luz sobre las hipótesis de Einstein. "Se espera que generen ondas gravitatorias, que son las ondulaciones del espacio-tiempo que él predijo y que aún no se han detectado de forma definitiva", destaca.

Según explica Torres, la comunidad científica desarrolla en estos momentos "un gran esfuerzo" por confirmar su existencia tanto desde Tierra, con varias iniciativas ya en marcha, como en el espacio a través del proyecto LISA de la Agencia Espacial Europea: "Y para el éxito de estos experimentos es importante conocer el número y localización de los objetos que pueden producirlas", aclara.