Recoger la energía que se pierde cuando los coches frenan en las ciudades y reconvertirla en electricidad. Este es el objetivo de un sistema diseñado por el coruñés Álvaro Santamaría y con el que ha logrado ya dos premios de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) como mejor Start-up (empresa emergente) y en el Programa Cmett de creación de empresas. Este investigador, que acaba de terminar Derecho en la UNED, después de haberse formado en informática de gestión y en electrónica, espera ver funcionar este sistema -que asegura permite un gran ahorro- en un año.

Su invento es capaz de recoger la energía perdida en el frenado de los coches cuando reducen su velocidad en el acceso a las ciudades desde vías de alta capacidad. Para ello, señala, hay "varias posibilidades". "Las dos más factibles son enviarla directamente a la red eléctrica y acumularla en baterías de ciclo profundo como las que se utilizan en paneles solares para utilizarla cuando se necesite", señala. En este sentido, ha hecho un estudio pormenorizado y por cada 100.000 vehículos que acceden a una ciudad es capaz de iluminar 44 kilómetros de farolas LED con un único dispositivo; no obstante, podrían ser más si se emplazan diferentes artefactos a lo largo de varios kilómetros.

Este cálculo sirve para A Coruña, donde esa cantidad de coches circula cada día por su principal vía de acceso -la avenida de Alfonso Molina- y se multiplicaría por varias decenas en localizaciones como Madrid, además de la posibilidad de duplicar los dispositivos no solo para la entrada sino también para la salida.

Su proyecto pasa por la fabricación "en Galicia", donde estaría radicada la empresa y luego se expandiría "al resto de Europa y adonde se pueda", con un plan de internacionalización pensado para "dentro de cinco años". "Hace unos meses descubrí placas para control robótico llamadas Arduino. Ahí vi la posibilidad de hacer esto realidad, la manera en la que poder desarrollar la idea. Vi viabilidad para desarrollar el proyecto y ponerlo en práctica", continúa este coruñés que hace unos días registró la patente para evitar plagios.