La empresa norteamericana de cazatesoros Odissey se vio obligada en el año 2012 por el juez Mark Pizzo, de Tampa (Florida) a devolver a los museos españoles todas las monedas que había encontrado en 2007 en el Atlántico porque el barco en el que se encontraban, la fragata Mercedes, pertenecía a la Armada española.

Este tesoro fue valorado pro la compañía americana en cerca de 500 millones de euros. Odissey tuvo que entregar a España las 574.533 monedas que expolió del barco, de las cuales 212 eran de oro, 309.396 de plata y el resto, concreciones apelmazadas.

El oceanográfico Ángeles Alvariño, del Instituto Español de Oceanografía, será durante cinco días el punto base de los investigadores españoles para comprobar el estado de la Mercedes. El barco, destinado a la investigación marina cuenta con 46,7 metros de eslora por 10,5 de manga y tiene capacidad para albergar a 13 científicos y 14 tripulantes. Entre los investigadores que participan en la expedición, además de los del IEO figuran cuatro del Arqua y dos del Museo Naval.