Lina Morgan quiso irse en la intimidad más absoluta, ni siquiera deseaba que su capilla ardiente se instalara en el Teatro La Latina, su casa, pero esa voluntad fue contravenida por su amigo el productor Jesús Cimarro, quien tiene claro que el gran homenaje del público el pasado jueves "le habría encantado" a la actriz.

Larga colas de admiradores se congregaron en torno al popular teatro para poder dar el último adiós a la intérprete que finalmente fue incinerada en la más absoluta intimidad.