Los médicos gallegos diagnosticaron un total de 82 casos de paludismo o malaria en los últimos cinco años, lo que supone que el número de afectados por esta enfermedad aumentó un 70% respecto a los cinco años anteriores, según los últimos datos de la Dirección Xeral de Saúde Pública. Galicia cerró 2014 con catorce afectados por esta dolencia, dos menos que en 2013 y la mitad que en 2012, cuando con 28 afectados se registró la incidencia más alta desde que la Xunta permite consultar online los casos anuales de enfermedades de declaración obligatoria (1995). El incremento de afectados se debe en gran parte al aumento de turistas que viajan a zonas de riesgo y a que no existe una vacuna preventiva contra esta enfermedad y aunque quienes van a desplazarse a un país con presencia de paludismo deben tomar una serie de medicamentos antes, este tratamiento no reduce al 100% el riesgo de contagio.

La incidencia de esta dolencia, que se transmite a través del mosquito anopheles y que puede resultar mortal, varía en función de la provincia analizada. A Coruña, con 32 afectados, concentra cuatro de cada diez casos registrados en la comunidad en los últimos cinco años aunque Pontevedra es la que contabiliza un mayor número de casos (39 desde 2010). A gran distancia se sitúan Lugo, con cinco afectados, y Ourense, con dos. En el caso de la provincia coruñesa la evolución ha sido dispar. Si en 2010 se registraba la mayor incidencia de la década (diez afectados), la cifra baja drásticamente hasta tres al año siguiente para volver a subir a los nueve en 2012 y bajar progresivamente hasta los seis registrados durante el pasado año.

La malaria es una enfermedad muy extendida por los países tropicales -desde zonas de República Dominicana, Costa Rica o Guinea Ecuatorial hasta Indonesia, China, India o Bangladesh- pero también está presente en determinadas regiones de Argentina, Egipto, China e incluso Turquía, Rusia o Grecia (en los pueblos del delta del río Evrotas). Por ello, al menos un mes antes de iniciar un viaje a estos destinos, desde el Ministeiro de Sanidad recomiendan acudir a un centro de vacunación internacional -en A Coruña está situado en la calle Durán Loriga- para recibir información sobre las medidas de prevención a tomar para evitar el contagio.

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En el caso de la malaria no existe una vacuna preventiva como ocurre con otras patologías como la fiebre amarilla o la polio, pero sí unos medicamentos que disminuyen el riesgo de contagio. Los fármacos a tomar varían en función de la zona a la que se vaya a viajar y ya que ninguno está libre de efectos secundarios únicamente pueden ser recetados por facultativos. Para que la quimioprofilaxis tenga efectividad deberá continuarse hasta cuatro semanas después de que el viajero haya abandonado la zona con presencia de malaria. Los médicos recuerdan que los síntomas -desde fiebre, dolor de cabeza, mareos, escalofríos, náuseas o molestias musculares- pueden aparecer desde una semana hasta tres meses después del viaje.

Pese a que de momento solo se recomienda la quimioprofilaxis, cada vez está más cerca la comercialización de una vacuna contra la malaria. El Comité de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Europea del Medicamento dio el pasado mes de julio el visto bueno a una vacuna contra esta enfermedad, denominada RTS,S y que se ha probado con bastante éxito en varios ensayos clínicos en África, realizados desde el año 2002. Ahora está en manos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el aprobar definitivamente el uso de este medicamento y ver cómo se utiliza.

Prevenir también en el viaje

Los mosquistos -como ocurre con la malaria-, pero también los alimentos o el agua en mal estado son los principales enemigos de los viajeros cuando se trasladan a un lugar exótico. Por ello, para evitar el contagio no solo del paludismo sino de otras dolencias como la fiebre amarilla, tifoidea, el cólera o el dengue es importante tomar una serie de precauciones cuando ya se está en el lugar de destino. En la web La salud también viaja del Ministerio de Sanidad se recuerda que viajar a un lugar tropical sin tomar las debidas precauciones puede conllevar desde simples molestias gastrointestinales -la conocida como diarrea del viajero es muy frecuente- hasta problemas más serios que pueden conllevar fiebre, dolores musculares, deshidratación e incluso la muerte. Por ello, la web ofrece una serie de consejos para evitar el contagio en el lugar del viaje.

EMosquitos. Para evitar su picadura, desde Sanidad aconsejan no salir entre el anochecer y el amanecer y si no llevar ropa de manga larga, pantalón largo y evitar los tonos oscuros que atraen más a estos insectos. Además se aconseja utilizar repelente de insectos, cerrar todas las puertas y ventanas durante la noche y dormir con una mosquitera en la que se haya comprobado previamente que no hay ningún mosquito dentro.

EAlimentos. Conviene evitar alimentos que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante horas (buffets sin cubierta, comida de vendedores ambulantes, etc...) así como productos crudos (fruta o verduras) o bien consumirlos pelados. Se aconseja no consumir ningún tipo de helado, ni leche que no esté pasteurizada ni comidas poco cocinadas. Es recomendable que cualquier alimento esté cocinado por encima de 60 grados y en el caso de zonas donde el pescado o el marisco pueda contener biotoxinas, hay que preguntar siempre a alguien local.

EAgua. Es un importante transmisor de enfermedades infecciosas y por ello solo se debe consumir aquella que tenga las suficiones garantías o la que sea embotellada y abran delante de uno. Conviene no tomar cubitos de hielo ya que no se sabe con qué agua los han elaborado y es mejor optar por refrescos, bebidas embotelladas o calientes (té, café) por la temperatura a la que se someten. En el caso de que existan dudas sobre la calidad de un agua, Sanidad recomienda calentarla hasta el punto de ebullición y mantenerla así un minuto para eliminar todos los microorganismos patógenos o si no es posible hervir el agua también se puede optar por la desinfección química aunque no elimina todos los transmisores de enfermedades.

EBaños. En ciertas zonas tropicales hay que tener mucho cuidado al bañarse en agua dulce ya que ciertos lagos o canales pueden estar infectados por larvas que penetran en la piel y causan enfermedades. Además algunos ríos pueden estar contaminados por excrementos humanos o animales que provoquen infecciones en los ojos. Solo es recomendable bañarse en piscinas con agua clorada.