El IVA cultural, el impuesto que grava las actividades y producciones culturales y que el Gobierno de Mariano Rajoy decidió elevar desde el 8 al 21% dentro de las medidas para reducir el déficit, se mantendrá en ese porcentaje, según aseguró ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos.

El titular de Economía señala que los tramos y gravámenes del IVA no se van a modificar y subraya que tampoco se cambiará el que afecta a la industria de la cultura. El 1 de septiembre de 2012 entró en vigor esa polémica subida, una tasa que es una de las más altas de la Unión Europea y que ha suscitado numerosas críticas desde el sector.

El incremento del IVA no afecta por igual al sector cultural, ya que en el cine, la música en vivo, las artes escénicas y las obras de arte experimentó un incremento de 13 puntos, del 8 al 21%, mientras que en los libros impresos se mantiene el 4%; y en las entradas a museos, exposiciones, bibliotecas o archivos sube dos puntos, del 8 al 10%.

No obstante, y ante las críticas, en enero de 2014 el Gobierno de Rajoy rebajó del 21 al 10% la adquisición de obras de arte.

El IVA cultural ha sido objeto de polémica desde todos los ámbitos del sector y partidos de la oposición, que apelan a un impuesto reducido para la cultura al igual que en Europa. Esa crítica ha sido repetida por el mundo de la cultura a lo largo de la legislatura y Rajoy barajó incluso en marzo de 2015 la posibilidad de reducirlo al 10% desde el 21 actual.

"Hoy no es posible, pero no es algo que se descarte en el futuro, sin que por mi parte sea prudente aventurar una fecha", concluyó entonces el presidente del Gobierno, que no dudó el pasado mayo en advertir de que la rebaja se aplicaría si continúa el aumento de la recaudación. La principal crítica de los sectores afectados es que este impuesto reduce el consumo de productos y actividades culturales ya que afecta directamente al precio.