Un cañón pedrero de bronce de 80 centímetros, una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas, un tenedor y tres platos de plata. Estos son algunos de los doce objetos que los investigadores que participaron en la expedición al pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, hundida el 5 de octubre de 1804, han extraído de ella a 30 millas de la costa andaluza, según informó ayer el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. El nuevo titular de Educación, la secretaria de Estado de Innovación, Carmen Vela; el almirante del Arsenal de Cartagena, Fernando Zumalacárregui; y el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua), Iván Negueruela, hicieron públicos los resultados de la inspección hecha en aguas de Cádiz a los restos de la fragata tras su expolio por el cazatesoros Odyssey.

De dicha expedición, que se llevó a cabo entre el 18 y el 23 de agosto, se extrajeron doce objetos metálicos por estar en riesgo de desaparición y porque permitirán documentar la vida a bordo de la fragata y enriquecer el conocimiento de la misma. Dichos bienes han llegado a Cartagena a bordo del buque Ángeles Alvariño.

Durante la presentación de los resultados, el ministro destacó que "es la primera vez" que un Estado miembro de la Unión Europea realiza una excavación subacuática a más de 1.100 metros de profundidad. Para ello, se contó con la dirección de Negueruela, personal del museo, del Instituto Español de Oceanografía y del Museo Naval de la Armada Española, que son expertos en el manejo de un robot operado remotamente, un R.O.V, gracias al cual "se han explorado hasta los 1.200 metros de profundidad", indicó el director del Arqua.

Además, durante la investigación se pudo confirmar la extensión del pecio, 150x140 metros, y se ha realizado un mapa oceanográfico para medir las variables que pudieran afectar a la conservación de la fragata, tales como la salinidad, las corrientes o las alteraciones de tipo natural. Según explicó Negueruela, también se ha configurado un mapa arqueológico de la fragata y de su cargamento, posicionando y localizando la mayoría de los materiales que contenía, entre los que se han encontrado cañones de hierro, anclas, una vajilla de plata, lingotes y una culebrina. Como homenaje a los fallecidos en el hundimiento del barco en el año 1804 se ha depositado una placa de bronce en el lugar donde están los restos.

Los bienes que se han traído a tierra serán restaurados en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en Cartagena, y posteriormente pasarán a formar parte de la colección del Museo. Para Negueruela, esta tarea ha sido "mucho más que muy emocionante. Era una responsabilidad tremenda y no podíamos fallar en nada", aunque lamentó no poder valorar los daños de la fragata por desconocer el estado del mismo antes del expolio del Odyssey. Por su parte, el ministro consideró que esta expedición "ha sido todo un éxito" y que dará a conocer estas técnicas arqueológicas a la UE.