Una "contundente" repulsa a la privatización del servicio, una "extraordinaria" demostración de que valora la sanidad pública y una advertencia de que está dispuesta a luchar por mantener su gratuidad, equidad, universalidad y calidad. Así valora la junta de personal del Complexo Hospitalario Universitario de Vigo la multitudinaria respuesta de la ciudadanía a la convocatoria del jueves. Los representantes de los trabajadores -a la vez que usuarios- exigen a la Xunta que tome nota de la histórica manifestación y que rescate la concesión del nuevo hospital a manos públicas. Reclaman, además, que se asuman "responsabilidades políticas" ante la situación generada.

Los sindicatos entienden que la población se ha concienciado de los perjuicios del modelo de colaboración público-privada escogido para la construcción y explotación de los servicios no sanitarios del Álvaro Cunqueiro al constatar sus denuncias sobre los recortes en las infraestructuras y recursos del área, las deficiencias halladas en las dependencias o las medidas de copago introducidas con el aparcamiento y otros servicios del hospital, entre otras cuestiones. Demandan que tanto la concesión de este complejo como todos los servicios externalizados sean revertidos al sistema público.

Por la gestión de todo lo relativo al nuevo hospital, la junta de personal entiende que "tiene que haber unas cabezas responsables" y que debe ser el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el que "determine los cambios políticos para resolver la situación generada". Destacan que fueron los alrededor de 200.000 manifestantes -según sus cálculos de participación- los que "pidieron con insistencia la dimisión de la conselleira de Sanidade [Rocío Mosquera], también de responsables del área sanitaria e, incluso, la de Feijóo".

A la gerencia del área sanitaria le han solicitado la creación de una comisión de investigación sobre las condiciones medioambientales del complejo y los controles realizados. Compuesta por directivos, profesionales y delegados de salud laboral, demandan que tenga acceso a los informes sobre las analíticas realizadas. "Queremos que nos haga partícipes de la información y ya no nos fiamos de las palabras, necesitamos papeles", exponen.