Solo en el año 2012 murieron 60.456 personas -una media de 166 cada día- por causas atribuibles al consumo de tabaco, una cifra que no deja de aumentar en los últimos veinte años, según el estudio Impacto del consumo de tabaco sobre la mortalidad en España en el año 2012, elaborado por el departamento de Salud de Castilla y León y el laboratorio Pfizer y que acaba de ser publicado en Medicina Clínica. La investigación revela además que la prevalencia global del tabaquismo fue de 23,62%.

La investigación destaca que el 15,23% de las muertes ocurridas en España en el año analizado fueron atribuibles al consumo de tabaco. No obstante, la prevalencia global del tabaquismo disminuyó con respecto a años anteriores, según la investigación liderada por Eduardo Gutiérrez-Abejóna.

El cáncer de tráquea-bronquios-pulmón en varones y otras cardiopatías en mujeres fueron las que más contribuyeron a dicha mortalidad. La media de años potenciales de vida perdidos fue de 3,25 años en varones y de 2,42 en mujeres.

Por otra parte, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha comparado el aire exhalado de cigarrillos de tabaco y electrónicos mediante un método, que han desarrollado para analizar los compuestos que absorbe el organismo, y han sacado como principal conclusión que "los electrónicos resultan menos dañinos para el organismo".

"Los resultados revelan que los cigarrillos electrónicos suministran nicotina a los fumadores pero no otros contaminantes que se transfieren con el tabaco, como el benceno, que es cancerígeno. Es decir, en la comparativa los electrónicos resultan menos dañinos para el organismo, si bien lo ideal es no fumar", explica Joan Grimalt, investigador del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua. La técnica empleada permite conocer los compuestos que permanecen en el organismo a partir de los análisis de aire exhalado de varios voluntarios.