El Pleno del Senado aprobó ayer de forma definitiva la reforma de la ley del aborto para impedir que las chicas de 16 y 17 años puedan interrumpir su embarazo sin el consentimiento de sus padres o tutores legales, promovida por el PP, con los votos en contra de al menos tres senadores de esta formación. La modificación legislativa ha salido adelante con 145 votos a favor, 89 en contra y cinco abstenciones. La reforma de la ley del aborto ha pasado así su último trámite parlamentario, sin ninguna enmienda, y entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Esta modificación parcial de la regulación del aborto que impondrá el consentimiento, salió adelante con la mayoría de la oposición en contra y varios senadores díscolos del PP. Los senadores populares contrarios a la reforma, como Ángel Pintado, Gari Durán, y José Ignacio Palacios, han emitido su voto negativo rompiendo la disciplina del grupo parlamentario. Además, tres senadores de esta formación se han ausentado de la votación para no apoyar la iniciativa; y Ana Torme ha emitido su voto en blanco para no mostrar su objeción a la iniciativa popular. Amelia Salanueva de UPN ha votado también en contra.

El cambio aprobado ayer en el Senado es el primero de la ley vigente desde 2010 y el segundo en la legislación del aborto en 30 años. En diciembre de 2013, el Gobierno del PP presentó una reforma que limitaba la interrupción del embarazo a los supuestos de violación o daño físico o psíquico para la mujer y que generó una polémica que desembocó en la retirada del texto y la dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy optó entonces por el cambio actual.