El Juzgado de lo Contencioso número dos de Santiago ha dictado una sentencia que condena al Sergas por "mala praxis" en el Hospital Xeral de Vigo ante la inexistencia de consentimiento informado válido en el caso de dos intervenciones que fueron practicadas a una misma paciente.

La mujer comenzó en 2005 a presentar serias dificultades al caminar, así como incontinencia urinaria, hipoacusia -menor audición-, aislamiento, ánimo decaído, tristeza y una marcada pérdida de la memoria. Ingresó con la sospecha diagnóstica de un neurinoma del acústico que provocaba comprensión del tronco con hidrocefalia obstructiva secundaria, por lo que intervenida para la colocación de una derivación al ventrículo peritoneal mediante una válvula, sin que se apreciase, señala el abogado Cipriano Castreje tras conocer el fallo, "mejoría" alguna. "Y no existió el consentimiento informado para la colocación de la válvula de derivación", suscribe.

El fallo, que obliga a una indemnización de 18.000 euros por daño moral, observa que no se informó de los riesgos inherentes ni de las alternativas.