Carmen Balcells, la agente literaria fallecida el lunes en Barcelona, tenía "la voluntad inequívoca" de que fuera el Estado el que mantuviera la totalidad de su archivo y ya habían "negociado y cerrado" la venta, por 1,5 millones de euros. Sin embargo, la Generalitat tiene intención de quedarse con la parte del archivo de Balcells que no había sido adquirido por el Ministerio de Cultura en 2010.