Un 20% de los jóvenes españoles ni estudia ni trabaja, hay cerca de diez millones de adultos escasamente cualificados, con bajas competencias en comprensión lectora o matemáticas, y un gran número de titulados universitarios tiene dificultades para encontrar trabajo porque se gradúan en ámbitos que no se adecuan al mercado laboral. Además, cuando consiguen encontrar su primer trabajo, es un empleo parcial, conocido como minijob. La media para conseguir un trabajo fijo es de seis años.

El Informe de Diagnóstico sobre la Estrategia de Competencias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para España, hecho público ayer, señala que un 22% de los empleos por horas son de jóvenes entre los 15 y los 24 años, más del doble de la Unión Europea que es del 9,9%.

"Es hora de centrarse en mejorar el nivel de competencia de los españoles y optimizar sus competencias en el puesto de trabajo", afirmó ayer Andreas Schleicher, director de Educación y Competencias de la OCDE. Schleicher, también instó a España a "construir un puente" entre la educación y el empleo no solamente para los jóvenes, sino para la población de todas las edades que se ha visto obligada a salir del mercado laboral. Los secretarios de Estado de Educación, Marcial Marín, y de Empleo, Juan Pablo Riesgo, asistieron al acto.

El informe incluye datos sobre la Evaluación de Competencias de Adultos (Piaac), de cuyo análisis concluye que "los adultos con mayor nivel de competencias básicas, como comprensión lectora y competencia matemática, tienen mayor probabilidad de presentar buena salud, percibirse a sí mismos como parte activa de los procesos políticos y tener confianza, más que aquellos menos cualificados".

En su diagnóstico, la OCDE también destaca que España posee índices comparativamente muy altos de abandono escolar temprano, de repetidores y de finalización tardía de los estudios, o de gasto de la educación superior en I+D.

Japón, Corea del Sur y Finlandia son los países que obtienen mejores resultados globales. Por contra, países como Suecia, Islandia o Israel aparecen por detrás de España en el ranking de competencias sobre estas materias; los últimos son Turquía, Chile y México.

El informe fija doce retos en materia de habilidades a los que se enfrenta España para favorecer el crecimiento económico, la creación de empleo, el aumento de la productividad y la mejora de las condiciones de vida. El Gobierno central, los Ejecutivos autonómicos y grupos de interés, junto a expertos de la OCDE y de la Comisión Europea han participado en los trabajos.

Schleicher señala la "necesidad urgente" de mejorar las competencias de los alumnos de enseñanza obligatoria con el objetivo de reducir el abandono escolar prematuro y elevar el nivel de los estudiantes españoles en comprensión lectora, matemáticas y ciencias. El experto de la OCDE destaca la importancia de garantizar que los estudiantes universitarios adquieran un alto nivel de cualificación profesional para integrarse en el mercado laboral, dado que la educación superior ha experimentado una importante expansión, pero los titulados universitarios no tienen habilidades "suficientes" para encontrar trabajo.

También plantea una mejora de la capacitación de los adultos con escasa cualificación, puesto que dos tercios seguirán en el mercado laboral dentro de diez años y un tercio continuará trabajando dentro de veinte años. Entre otras medidas, defiende la supresión de las barreras normativas y fiscales que desincentivan la contratación de trabajadores en un mercado de trabajo con mucho paro.

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