España y el resto de países que desde hace unos años participan de forma directa en la final del festival de Eurovisión actuarán también a partir de la próxima edición en alguna de las dos semifinales, pero sin estar sometidos a la eliminación, según anunció ayer la web oficial de este macroevento.

Esta decisión afecta en concreto al llamado Big Five (del que forma parte España junto a Italia, Reino Unido, Francia y Alemania) y al país anfitrión, que en 2016 será Suecia, tras su victoria el pasado mes de mayo con Mans Zelmerlöw y la canción Heroes.

La decisión, tomada hace una semana durante una reunión del comité directivo del festival, intenta garantizar así a estos países la misma visibilidad que al resto de aspirantes, quienes, al someterse a una semifinal previa, que también es televisada y sometida al voto como la gran final, disponen de dos oportunidades para impactar en jurados y público.

Esto supondrá asimismo que el Big Five y el anfitrión tendrán que personarse un par de días antes de lo habitual en la sede del próximo festival, Estocolmo, y allí contarán con más promoción y con mayor número de ensayos. "Y mayor número de ensayos redundará en mejores actuaciones y un mejor show de televisión", dijo Jon Ola Sand, máximo responsable de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).

Edurne, la representante española en la edición celebrada este año en Viena, acabó en el puesto 21 de un total de 27 países.