Cuando pienso en un farmacéutico, recuerdo a Sofía, una maravillosa persona y estupenda profesional que ayudaba a todo el que se acercaba a su oficina de Farmacia. Medía tensiones arteriales, daba consejos de salud, participaba en las conversaciones de las personas mayores cuya mayor enfermedad era que necesitaban un poco de compañía, indicaba la urgencia de una visita al médico, explicaba hábitos higiénicos a quienes lo necesitaban, etc. Ella fue la que me animó a estudiar la carrera y me dio las claves para entender esta profesión.

Lamentablemente, la opinión general de la población no es la misma, no ven al farmacéutico como un profesional sanitario cualificado y accesible, aunque la imagen ha ido mejorando en estos últimos años. Estoy convencida de que hay muchas "Sofías" en las distintas farmacias y que somos muchos los que agradecemos su trabajo diario y ayuda en momentos en los que nos sentimos desbordados y preocupados.

Se ha declarado el día 25 de septiembre como el día mundial del farmacéutico, aunque deberían serlo todos. Ha sido organizado por la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) buscando un reconocimiento universal de todos los que trabajan en los distintos puestos sanitarios de interés crucial para el mantenimiento de la salud global, pues son muchas las actividades en las que la labor farmacéutica está presente.

Aunque los datos se renuevan continuamente, un estudio reciente señala que en España hay más de 68.300 colegiados, de los que más de 47.000 desarrollan su labor asistencial en las 21.854 farmacias comunitarias existentes en nuestro país. Un elevado porcentaje (más del 71% son mujeres), aunque también hay muchos hombres en las estadísticas.

Pero el ámbito laboral de estos profesionales es más amplio. Trabajan en laboratorios de análisis clínicos, en farmacia hospitalaria (ocupándose de los medicamentos y materiales de los hospitales), en las industrias farmacéuticas (elaborando nuevos compuestos sanitarios y controlando los existentes), en centros de atención primaria, en el campo de la alimentación, en la docencia e investigación, en ortopedia, dermofarmacia, etc. Y con unos resultados muy buenos, pues su capacitación profesional es muy completa y demostrable.

Debemos destacar su colaboración desde la farmacia comunitaria con el Ministerio de Sanidad. Siempre abiertos a las necesidades de la población, aportan buenas soluciones a los problemas de sus pacientes buscando una atención sociosanitaria integral y accesible, coordinada con los servicios sanitarios y sociales. Esta actividad se traduce, por ejemplo, en la colaboración de los farmacéuticos en la realización de sensibilización con el excesivo consumo de antibióticos o en el reciclado de los envases caducados.

Constituyen una parte fundamental del sistema sanitario, pues el uso inadecuado de los fármacos provoca importantes problemas generales de salud a los enfermos e incrementa el gasto sanitario. La OMS destaca el papel del farmacéutico en la atención al paciente y el seguimiento de los tratamientos pautados por el médico.

También es importante su papel en la promoción de la salud, la detección precoz de patologías, la asistencia farmacéutica a mayores y dependientes, el acceso a los medicamentos y su uso responsable y en hacerlo accesible a personas con discapacidad física o síquica. Además, intervienen en el tratamiento y prevención de toxicomanías y VIH en quienes acuden a ellos para resolver dudas y mejorar su calidad de vida.

Su labor es fundamental, pues resultan los aliados ideales y un vínculo de unión directo entre los profesionales sanitarios y los pacientes. No se solapan con los médicos, ni invaden su campo; simplemente, participan en sus decisiones y las apoyan. Son muchos los enfermos que comentan que les viene muy bien acudir a su farmacia y consultar allí sus dudas porque no tienen que esperar y les explican muy bien lo que tienen que hacer.

No podemos olvidar su función trascendente en la divulgación y seguimiento de las distintas campañas sanitarias elaboradas por los Colegios Profesionales o el propio Ministerio. Da igual el tema del que se trate: la gripe, los piojos, los protectores solares? ahí están siempre dispuestos a ofrecer su consejo a quienes acuden a la farmacia.

Y, además, están muy cerca de ti. El 99% de la población española tiene una farmacia a la que acudir sin tener que desplazarse en exceso y hacen guardias para que, en cualquier momento, tengas disponibilidad y acceso a los medicamentos o asesoramiento que necesites. ¿Lo habías pensado?