La Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública expresó su "satisfacción" por que finalmente el equipo médico de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) haya accedido a retirar la alimentación artificial a Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad neurodegenerativa irreversible para la que sus padres pedían una muerte digna. Esta organización ha valorado que la retirada de los dispositivos que mantenían con vida "artificialmente" a Andrea y su sedación supondrán "un alivio para la paciente y sus familiares", así como la "garantía de una muerte digna".

Fuentes citadas ayer por la cadena Ser aseguraron que el informe forense encargado por el juez le daba la razón a los padres, puesto que concluía que la niña estaba en estado terminal y que Andrea cumple los requisitos que marca la ley gallega de garantías y derechos de los enfermos terminales.

La Asociación mostró, asimismo, su "rechazo al incumplimiento" por parte del hospital de la legislación sobre muerte digna, al tiempo que ha defendido que la decisión sobre los tratamientos "no puede estar en manos de los profesionales de la sanidad y menos, al albur de sus posicionamientos ideológicos".

Así las cosas, la asociación llevará este caso a la plataforma SOS Sanidade Pública, que se reunirá el próximo miércoles en la sede autonómica de Comisiones Obreras, en Santiago. Su objetivo es "abrir un gran debate social y profesional" en toda la comunidad respecto de lo ocurrido en el caso de Andrea.

Por su parte, pacientes y usuarios del CHUS aplaudieron la "valentía" de la familia de la niña. Celebran que finalmente retiren la alimentación a la menor, manteniendo únicamente la hidratación necesaria para permitir su sedación, puesto que esto es "dar a Andrea el trato humanitario que la ley le reconoce", destaca la citada asociación a través de un comunicado.

La Asociación de Pacientes y Usuarios del complejo hospitalario santiagués especifica en la citada nota que el caso de Andrea supone un precedente y ofrece asesoramiento y ayuda a personas en situaciones similares que hayan sido "expulsadas" del ámbito hospitalario y, en estados agonizantes, estén siendo atendidos en sus domicilios.

Apoyo en la Red

La misma opinión comparte la Asociación Derecho a Morir Dignamente, que siguió el caso de la pequeña de 12 años del municipio coruñés de Noia desde el principio de su tramitación. Muestra del apoyo popular a la causa, está el hecho de que antes de conocerse el acuerdo había convocada para hoy una concentración solicitando una muerte digna para Andrea en Santiago. También circuló por la web a través de Change. org una petición para reivindicar ese derecho. "Nuestra hija está sufriendo innecesariamente; dejad que se vaya con dignidad", decían los padres.