El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santiago mantiene el "control diario" sobre la situación de Andrea, la niña gallega de 12 años que padece una enfermedad neurodegenerativa irreversible y que sigue ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) con una sedación que "aumentará progresivamente en la medida que se deterioren sus funciones". Así lo manifestó el abogado de los padres de la menor, Sergio Campos, que explicó también que la causa judicial "sigue abierta" a la espera de que el juez que se encarga de la misma, Roberto Soto, decrete "su archivo".

"Está abierta [la causa] con control diario por parte del juzgado del asunto", aseveró. De hecho, el martes el juez emitió una providencia para que el hospital le informase de la situación clínica de Andrea y el desarrollo del proceso de sedación tras retirarle la alimentación artificial como pedían sus padres. De este modo, el juez Roberto Soto y el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) están "vigilando el proceso de cerca", según explicó el letrado. "El juez está ocupado todos los días con este tema", reiteró, tras lo que trasladó que la familia "lamenta haber llegado a esto en algo que era muy evidente", en relación a lo que reclamaban para la menor.

Sobre el estado de Andrea, el abogado de los padres comentó que "sigue igual". "Está sedada y la sedación aumentará progresivamente en la medida en que se deterioren las funciones orgánicas", explicó.

Sobre los padres, Estela Ordóñez y Antonio Lago, el letrado apeló a que "necesitan un poco de serenidad" para estar con su hija. "Están ocupados, pasando el trago de la mejor manera, con dificultad", recalcó. Con respecto a la actuación del CHUS, Campos aclaró que no pretenden "mantener ninguna confrontación" tras haber logrado los padres que se retirase la alimentación artificial a la niña y se procediera a sedarla.

El presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal), Álvaro Gándara, aseguró ayer que si en el hospital donde está ingresada Andrea existiese una unidad de paliativos "no se hubiera llegado a esta situación" porque se habría realizado un trabajo previo y alcanzado un consenso con la familia. Gándara se ha referido al caso de la niña gallega: "En Madrid hay entre 80 y 100 casos cada año de niños que mueren atendidos por estos equipos -de cuidados paliativos pediátricos- y que yo sepa no han trascendido nunca y se tratan de una manera eficaz", manifestó Gándara.

El presidente de la Secpal aseguró que si Andrea hubiera sido atendida en una unidad de cuidados paliativos se hubiese hecho un trabajo previo, con la retirada de tratamientos no útiles, y se habría llegado a un consenso con la familia, con el equipo, y no se hubiese producido esta situación, "estoy convencido".

En España tan sólo existen cuatro unidades de cuidados paliativos pediátricos; en Madrid, Barcelona, Canarias y Baleares, mientras que en Sevilla se inaugurará otro. Gándara ha abogado por crear una red de estas unidades y que cada autonomía cuente, al menos, con una.