La Asociación de Pacientes y Usuarios del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) consideró ayer que la "muerte digna" de la niña Andrea, ingresada en ese centro en situación terminal, logró convertirlo en un "derecho fundamental". En un comunicado, la asociación agradece el "esfuerzo y determinación" de los padres de la niña de 12 años, aquejada de una enfermedad irreversible, porque "no solo defendieron el derecho a una muerte digna de su hija, sino que permitieron trasladarlo a la ciudadanía y convertirlo en un derecho fundamental irrenunciable y socialmente admitido". Destaca que pese a que Andrea tuvo una "muerte digna, no podemos olvidar que el camino que recorrió hasta el día de hoy (por ayer) estuvo cargado de padecimiento, soledad y silencio".