Rubén Olmo, en la modalidad de interpretación, y la compañía La Intrusa, en la de creación, obtuvieron ayer los Premios Nacionales de Danza 2015, concedidos anualmente por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y dotados con 30.000 euros cada uno.

El jurado otorgó este premio por mayoría a Rubén Olmo por "su dominio en la interpretación de todos los estilos de la danza española y su versatilidad de registros". El jurado, además, destacó "su identidad como intérprete y la constancia de su dilatada trayectoria, que incluye colaboraciones diversas con otros creadores".

Por su parte, la compañía La Intrusa fue distinguida por el jurado por mayoría "por su excelencia en la investigación en la danza contemporánea ahondando en la fisicalidad y poética escénica tan identificativa de sus trabajos". Además, el jurado también ensalzó "su permeabilidad para integrar nuevos lenguajes artísticos que contribuyen al crecimiento del hecho escénico, como queda reflejado en Staff, Best of you y Ölelés".

"Tengo la sensación de que me faltaba el empuje para seguir un poco más allá, y ese momento llega cuando la profesión te da ese sí. Hace apenas media hora que se ha sabido y toda la gente se ha volcado, todos los compañeros están conmigo", señalaba ayer Olmo aún con el "nudo en la garganta" por la emoción de haber sido galardonado con este premio. "Para los bailarines, que no tenemos muchas plataformas, el premio nacional es como un reconocimiento a tu carrera, porque no es un premio basado en un trabajo, como es el premio MAX, sino es un premio de trayectoria, que te lo otorga la profesión", añadió. En este sentido, Olmo confesó que saberse con este reconocimiento le da "fuerza y energía para seguir luchando por todos esto que es pasión".

Por su parte, Damián Muñoz, de la compañía La Intrusa, lamentó ayer la actual situación de las artes escénicas en España, recordando que "el arte siempre está en una situación precaria" y, por lo tanto, "toda ayuda es buena". Muñoz precisó que no solo se necesita ayuda a nivel creativo, sino en el seguimiento posterior, puesto que se ha de mostrar el trabajo que se ha realizado. Por ello, cree que es "fundamental" facilitar la distribución de las creaciones, tanto en el país como en el extranjero. "La danza tiene la fortuna de que al existir pocas palabras es accesible en los circuitos internacionales", señaló.