El nuevo conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, devuelve al cajón el plan de sus predecesoras en el cargo, Pilar Farjas y Rocío Mosquera, para impulsar las áreas de gestión clínica, ante el rechazo de la comunidad sanitaria. Almuiña admite que el momento actual no es "el ideal" para seguir adelante con las áreas de gestión, que Farjas anunció y cuyo decreto de regulación se aprobó bajo el mandato de Mosquera, concretamente en marzo de 2014. Opina que "la idea es muy buena pero, por los problemas que hubo, no es el momento y hay que dejarla reposar y tratar de que se lleve adelante en un momento más favorable", aseguró en declaraciones a la Cadena SER. Las áreas de gestión tal como están pensadas por las antecesoras de Vázquez Almuiña en el cargo permitían un nuevo modelo de organización dentro del Sergas que agrupaba a profesionales de distintas categorías (médicos, enfermeros, celadores, ...) dedicados a la misma patología, por ejemplo cáncer, y les dotaba de autonomía de gestión, de tal modo que ellos decidían cómo gastar el presupuesto, a quién contratar y si ahorraban podían a cambio recibir pluses.

Los médicos, que recurrieron el decreto y lograron que el TSXG anulara el artículo que permitía nombrar a dedo a los jefes, denunciaban que se abre la puerta a la privatización de las áreas de sanidad y no se garantizan sus condiciones laborales como profesional estatutario si pasan a integrarse como personal de las áreas de gestión. Las dudas eran tales que como las áreas eran de carácter voluntaria, Sanidade no consiguió impulsarlas, pues los profesionales no se adherían al nuevo modelo. Pilar Farjas llegó a anunciar medio centenar de áreas de gestión, y Mosquera ya las rebajó a dos docenas, ante las reticencias de los médicos.

El rechazo al plan de las áreas de gestión diseñado por Pilar Farjas se incrementó cuando a nivel estatal se acordó que las áreas de gestión clínica tendrían entidad jurídica propia, lo que podía abrir la puerta a su privatización y que era una opción que no aparecía recogida en el decreto gallego.

En Galicia nunca se pensó en darles entidad jurídica y se insistió en el carácter voluntario de su participación, pero las dudas habían calado entre los médicos y Sanidade no consiguió en un año y 8 meses desde la publicación de la norma en el DOG crear ningún área. Ahora el nuevo conselleiro aparca el proyecto.