"Es importante conocer los límites de las técnicas que usamos hoy en día", explica el coordinador de la Unidad de ensayos clínicos e investigación en vacunas del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago y jefe de sección de Pediatría Clínica. "Ponernos en una situación límite nos vale para la ciencia forense y pediátrica", añade. Para Martinón, el hallazgo genómico operado gracias a las muestras del niño inca tendrá impacto en estudios futuros en el ámbito de la infectología. "Sin duda, todo esto supondrá un enorme reto tecnológico y analítico", añade.

"Trabajamos en el campo clínico, pero tenemos herramientas y códigos que representan el futuro". Es decir, según el experto: "Con las técnicas del futuro, trabajamos para explicar el pasado y entender el presente".

Pero también subraya Federico Martinón el interés de continuar y analizar el "microbioma" de dicha momia. Por ello, además del pulmón, esperan a las posibles muestras de estómago del menor andino momificado. Subraya el interés de analizar el "microbioma" ya que "podría aportar información tremendamente valiosa en relación al ecosistema microbiológico existente en el organismo de ese individuo. Al mismo tiempo y según insistió también Salas, eso tendría importantes consecuencias en el mundo de la infectología y la microbiología.