Teresa de Ávila no puede levitar. Bueno, si ella quiere decir que levita, que lo diga incluso escrito, que el papel lo aguanta todo. Pero TVE no puede hacer y emitir una película titulada Teresa como la que vimos anteayer por la noche en la que levite la actriz que interpreta a santa Teresa. TVE puede adaptar si quiere la vida de la santa a los gustos del público adolescente, puede transformarla en un thriller de monjas para todos los públicos, puede presentarla como una rebelde inconformista antisistema con hábito que hubiera acampado en la Puerta del Sol con los del 15-M, aunque tuvo que conformarse con fundar monasterios. Pero Teresa no puede levitar. TVE puede celebrar con una película el quinto centenario de su nacimiento a pesar de que celebrar el nacimiento es una fiesta pagana que debería ser sustituido por la más cristiana y piadosa celebración de la fecha de su muerte en que nació a la vida eterna (y más tratándose de quien vivía sin vivir en sí, que tan alta vida esperaba que moría porque no moría), pero Teresa no puede levitar. Si me apuran, TVE puede intentar remedar el éxito que tuvo en su día con la serie Teresa de Jesús en la que Concha Velasco levitaba, pero ni por esas: Teresa no puede levitar. Otra cosa sería que la masa de la santa fuera igual a cero, en cuyo caso la masa de la Tierra le resultaría indiferente. O que su densidad fuera menor que la del aire y al sumergirse en la atmósfera experimentara un empuje hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. O que estuviera hecha de un material cerámico superconductor a temperatura ambiente. Algo así. Pero si no, no. Teresa no puede levitar. Si levitara, ¿en qué lugar quedarían los profes de ciencias que el Estado paga para que suspenden al alumno que confunde magia y ciencia?, ¿y qué pasaría si, en un centenario sobre Newton o Arquímedes, TVE hiciera les hiciera una peli en la que se enteraran de que todo el universo se rige por sus descubrimientos menos una señora de Ávila?