Si decide incluir a las embarazadas, Galicia dispone de un número de vacunas de tos ferina suficiente para aplicar la primera dosis a las gestantes. En una situación de desabastecimiento global -el propio Ministerio de Sanidad compró esta semana 60.000 dosis más- la comunidad gallega tiene stock para incluir esa primera dosis en la última etapa del embarazo, de manera que el recién nacido está protegido desde que nace: a los dos meses ya se administra la primera dosis al pequeño, incluida en el calendario vacunal (otra a los cuatro meses, a los seis y a los dieciocho meses).

"Hay un problema de desabastecimiento pero creemos que podemos ofertar esa cartera de vacunas a mujeres embarazadas. Si así se decide no hay problema", explicó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras el consello. Es la Comisión Galega de Enfermedades Inmunoprevibles la que decidirá en diciembre, según el presidente, si Galicia incluye a las embarazadas en el protocolo oficial de vacunación. "Hubo en los últimos meses un aumento a nivel mundial y en algunas comunidades autónomas como Cataluña, Valencia, País Vasco y Canarias. Galicia está entrando en un supuesto de incremento y está activada la preocupación", argumentó ayer Núñez Feijóo.

Para el presidente, pese a la situación de escasez, Galicia cuenta con stock suficiente para ampliar la protección a las embarazadas. A principios de año, cuando saltaron a la luz las primeras alertas por desabastecimiento global, la comunidad gallega ya había avanzado que contaba con vacunas suficientes al menos para terminar el año.

Tras el fallecimiento de cuatro bebés de pocas semanas de vida en Sevilla, Málaga y Cuenca desde el pasado mes de septiembre y el incremento de la incidencia, el Ministerio de Sanidad aconsejó vacunar también a embarazadas, medida que adoptaron ya siete comunidades -Cataluña, Asturias, País Vasco, Navarra, Valencia, Extremadura y Canarias- y esta semana anunciaron que se sumarán Comunidad de Madrid, Andalucía y Castilla y León.

El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, negó ayer que haya un "cambio epidemiológico" de la tos ferina a pesar de los tres recién nacidos fallecidos recientemente en Sevilla y Cuenca (y un primer caso mortal, en septiembre, en Málaga al que habría que sumar otro en febrero en Murcia de un bebé de un mes tal y como confirmó el Gobierno autonómico ayer), asegurando que la mortalidad observada "entra dentro de los previsible cada año".

Alonso quiso lanzar "un mensaje de tranquilidad" ante las nuevas muertes, ya que la enfermedad es "particularmente grave" en niños pequeños, en especial antes de los dos meses de vida, cuando se administra la primera dosis de la vacuna. "En niños mayores cursa como un resfriado fuerte pero se combate bien con antibiótico", apuntó Alonso, quien añadió que "la dosis de refuerzo en embarazadas mejora la inmunización de recién nacidos, hasta los dos meses".

Una opinión que comparten los pediatras. El Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría afirmó ayer que este año hay más casos de tos ferina que en 2014 pero no hay mayor mortalidad, ya que el número de fallecidos es similar al del pasado año y no hay motivos para que salte la alarma. "No hay un brote de la enfermedad", sostuvo la pediatra María José Cilleruelo, quien ha explicado que como todas las patologías infecciosas tiene unas ondas cíclicas y en este momento esa onda está en un momento alto, por lo que hay más casos que en 2014, pero no más víctimas.