Un estudio de los materiales usados por Picasso en seis retratos de su primera época ha aflorado obras ocultas y se intuyen otras que no se pueden ver porque están tapadas con blanco de plomo, y además, se ha comprobado que la influencia de su padre, también pintor, fue mayor de lo que se creía.

Viejo, pintado en A Coruña, es una obra simple y aparentemente sencilla que tiene unas manchas que podrían indicar algún resto de composición, mientras que en Hombre con Boina, de 1895, se ve que Picasso tiene una conexión enorme con la obra de su padre. Debajo de la gorra han aparecido dos palomas, una constante en su progenitor y maestro. Por su parte, Hombre al estilo de El Greco tiene debajo una figura masculina de espaldas que conecta con el periodo de formación de Picasso en Barcelona.