El número de muertes de adolescentes a causa del sida se ha triplicado desde el año 2000, según los datos del Fondo para la Infancia de la ONU (Unicef). Esta enfermedad es la principal causa de muerte entre los adolescentes en África y la segunda entre los jóvenes de 15 a 19 años a nivel mundial, aseguró la organización, y aclaró que entre las poblaciones afectadas por el VIH, los adolescentes son el único grupo en el que las cifras de mortalidad no disminuyen.

Según Unicef, en el África subsahariana, la región con mayor prevalencia, las niñas se ven mucho más afectadas, ya que representan 7 de cada 10 nuevas infecciones entre los jóvenes. Sin embargo, entre los adolescentes de esa edad en la zona, solo 1 de cada 10 ha sido sometido a la prueba del VIH, ha añadido. "Es fundamental que los jóvenes que son portadores de VIH tengan acceso a tratamiento, atención y apoyo", subrayó el director de los programas mundiales del VIH/sida de Unicef, Craig McClure, durante el Foro de pensamiento crítico celebrado en Johannesburgo. "Al mismo tiempo, aquellos que no son portadores deben tener acceso a los conocimientos y medios para ayudarles a permanecer de esa manera", añadió. Los datos del informe Actualización estadística sobre los niños, los adolescentes y el sida aseguran que menos de la mitad de los niños menores de 2 meses han sido sometidos a la prueba de VIH. Solo uno de cada tres de los 2,6 millones de niños menores de 15 años que viven con el virus recibe tratamiento.

Por otro lado, la ONU también pidió ayer a la comunidad internacional que concentre a corto plazo las inversiones contra el sida con el fin de cortar la epidemia de esta enfermedad y evitar que resurja. "Para cortar la epidemia y evitar que rebote, debemos actuar en todos los frentes", dijo el secretario general de la organización, Ban Ki-moon. Según Ban, la ventana de tiempo para actuar "se está cerrando", por lo que es necesario que las inversiones y actuaciones se hagan ya para cumplir con el objetivo de terminar con la epidemia antes de 2030.

La ONU considera necesario dar acceso a tratamiento a los 37 millones de personas que viven con la enfermedad en el mundo, ofrecer a las adolescentes y mujeres jóvenes educación y opciones para protegerse del virus y dar cuidados a los enfermos con dignidad.