El Papa admitió que el preservativo es "un método" para prevenir el sida, pero insistió en que hay otros problemas "más grandes" que hay que resolver antes. Así lo indicó ayer en el avión que le transportaba de República Centroafricana a Roma. "La moral de la Iglesia se encuentra, pienso, en este punto, frente a una perplejidad. O el quinto o el sexto mandamiento: la vida o que la relación sexual esté abierta a la vida. El problema es más grande", respondió el Papa a la pregunta de un periodista sobre si cree que es el momento de que la Iglesia cambie su opinión sobre el preservativo para evitar infecciones.

El Pontífice indicó que no hablará del uso del preservativo hasta que no estén resueltos los "grandes" problemas: malnutrición, trabajo esclavo, explotación, falta de agua potable o tráfico de armas. "ar esta tirita o no para esa herida. A mí no me gusta bajar a reflexiones tan casuísticas cuando la gente muere por falta de agua, de pan, de hábitat", subrayó. "Pienso en la pregunta que le hicieron a Jesús una vez: 'Dime, maestro, ¿es lícito curar el sábado?'. Es obligatorio curar", apuntó, haciendo una similitud con la pregunta sobre el anticonceptivo, indicando que hay que hablar de los problemas grandes (curar) y, cuando estén solucionados, entonces bajar a los casos concretos (si se puede hacer el sábado).