Un tribunal británico ha garantizado el derecho a rechazar un tratamiento médico vital a una mujer de 50 años determinada a morir, por considerar que "sin juventud ni belleza" su vida carece de "chispa", en un dictamen inusual que publicó ayer The Guardian.

La citada mujer, a la que el periódico denomina simplemente C, intentó suicidarse con una sobredosis de Paracetamol mezclado con champán, cuando se le diagnosticó un cáncer de mama, pero en lugar de morir, la elevada dosis de ese medicamento le provocó daños graves en los riñones. Según señala el periódico, C se niega ahora a recibir un tratamiento médico con diálisis, que le salvaría la vida, pues considera que el hecho de no ser ya "bella" ni "joven" implica el final de todo lo que para ella tiene sentido.

El tribunal ha considerado que la paciente cuenta con capacidad para tomar su propia decisión y tiene derecho a rechazar el tratamiento que requiere.