Federico Porto Bringas tiene 71 años y hace "entre siete u ocho" que colabora como voluntario con Cáritas Interparroquial de A Coruña, una labor que, asegura, "engancha", y que él descubrió por casualidad, casi sin habérselo propuesto. "Nunca antes había hecho voluntariado y tampoco me lo había planteado. Fue Vicente Iglesias Martelo, actual director de Cáritas Interparroquial de A Coruña y amigo mío desde la infancia, quien al llegar al cargo me animó a colaborar con ellos, y desde entonces, aquí sigo, al pie del cañón", señala Federico, que en la actualidad es vocal de Animación Comunitaria y de Entidades y Voluntariado de la Comisión Permanente de la organización coruñesa. "Mi trabajo consiste en coordinar las relaciones entre las Cáritas de las 36 parroquias de nuestra área y tratar de dar respuesta a las diversas necesidades que les puedan surgir", señala.

"Si, por ejemplo „continúa Federico„, una parroquia tiene que atender una situación de emergencia, como la petición de ayuda de una familia que no puede pagar la factura de la luz y le van a cortar el suministro, y en ese momento no cuenta con recursos para hacerle frente, me encargo de derivarlos a nuestro servicio de Atención Primaria para solucionar la situación", explica este voluntario coruñés, quien también desempeña otras labores administrativas, como dar de alta a otros voluntarios que quieren colaborar con Cáritas o participar en la organización de los encuentros anuales de voluntariado o en la elaboración de la memoria anual de la organización. "Mis compañeros y yo no trabajamos a pie de calle, como otros voluntarios que si están en contacto directo con las personas necesitadas, pero el trabajo de oficina (hacer llamadas, organizar encuentros, etc...) también en muy importante para el funcionamiento correcto de la organización. Los unos, sin los otros, no podríamos desarrollar nuestra labor y llegar a todas las personas a las que llega Cáritas Interparroquial", subraya.

"Merece mucho la pena"

Por último, Federico reivindica el papel de los voluntarios en la sociedad actual y anima a "todo el mundo" a colaborar con las organizaciones del Tercer Sector porque, asegura, "merece mucho la pena". "A mí me hace sentir muy útil y, además, engancha", destaca, con entusiasmo, este voluntario coruñés. "Yo al principio apenas le dedicaba un par de días a la semana, pero ahora hay semanas en las que no falto ni uno solo. No me cansa en absoluto", remarca.