La Junta de Personal del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) denunció ayer que el servicio de Urgencias volvió a sufrir un nuevo "colapso" durante el fin de semana tras el cierre de las camas que el pasado mes de noviembre se habían habilitado en el Abente y Lago. "La afluencia de pacientes fue la esperada, pero el hospital se encuentra en plena ocupación y si no se habilitan camas, ante un mínimo descenso de las altas se produce la saturación", explicaba ayer la portavoz de la Junta, María Seijo, quien asegura que la falta de camas en planta para ingresar llevó a que muchos pacientes "tuviesen que esperar en camillas en los pasillos" de Urgencias.

Los sindicatos aseguran que el colapso comenzó el pasado viernes y que llegó a su punto más álgido durante el fin de semana. Los trabajadores sostienen que ayer a las 08.00 horas había 40 personas a espera de cama, cifra que a las 11.00 horas había bajado a 26. "Pero las condiciones de asistencia vuelven a ser terribles, están en camillas en mitad de un pasillo", señalaba María Seijo. Desde la dirección del Chuac aseguraban que a las 15.10 horas de ayer sólo estaban pendiente de ingreso dos pacientes que tenían todavía que ser sometidos a unas pruebas. "El domingo atendimos a 299 pacientes, de los que 34 precisaron ingreso", sostienen.

Para los sindicatos, este nuevo colapso se debe "a la falta de previsión". "Ya se vio lo que pasó en el puente de noviembre y ahora iba a ocurrir lo mismo", indica Seijo, quien cree que detrás de la negativa de habilitar más camas hay un motivo "económico". "Están regateando con la salud, no abren nuevas camas y esto es la crónica de una muerte anunciada", añade.

Desde la gerencia del Hospital Universitario de A Coruña aseguran que la planta cerrada del Abente y Lago está lista para ser utilizada en cualquier momento y que se recurrirá a ella en cuanto la demanda lo haga necesario.