Si fuéramos ratones, la obesidad ya no sería una dolencia de la que preocuparnos. Científicos gallegos han demostrado que una proteína del intestino puede acabar con esta enfermedad. Lo han logrado inyectando en el cerebro de ratones la proteína uroguanylina que consigue que el animal pierda peso y grasa sin afectar a la cantidad de alimento que ingiera.

La investigación, publicada por la revista Diabetes, la firma el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn). Los expertos explicaron ayer que la uroguanylina se conocía por su función en el riñón de controlar el equilibrio de agua en el organismo. "Lo que descubrimos es que ratones obesos presentaban niveles bajos de uroguanylina. Decidimos inyectársela y en una semana de tratamiento vimos que conseguían perder peso así como grasa comiendo lo mismo que antes", detalló Luisa Seoane.